miércoles, 29 de febrero de 2012

Librerías

En El País, fotos de "las librerías más bonitas del mundo". No voy a decir que esta librería de viejo, de México DF, deba estar en la relación, pero, posiblemente, pocas de nombre más evocador: El callejón de los milagros.

martes, 28 de febrero de 2012

El carpintero del Oratorio

            Iniciadas las Cortes en San Fernando el 24 de septiembre de 1810, a fines de ese mismo año comenzó a plantearse la necesidad del traslado a Cádiz. Los diputados eligieron una comisión de tres de ellos que se encargaron de buscar el local más adecuado para continuar las sesiones de Cortes, quienes, tras visitar varios edificios, se decidieron por el Oratorio de San Felipe Neri. Para acondicionar el templo a su nueva función legislativa, se encomendó la dirección de las obras al ingeniero de la Armada Antonio Prat –que ya había dirigido las obras del Teatro de San Fernando.
            Para la realización material de las obras, Prat recurrió a la contratación de un maestro carpintero, con tienda abierta en una céntrica calle gaditana, ofreciéndole el pago de 120 rs.v. al día por la ejecución de las obras. El carpintero trabajó con entrega y a plena satisfacción del director de la obra, hasta el extremo de que cualquier operación de carpintería y albañilería se le consultaba. Las obras finalizaron con rapidez y a finales del mes de febrero de 1811 las Cortes reanudaban sus sesiones en el Oratorio. Al parecer, todos quedaron satisfechos con las obras de acondicionamiento ejecutadas, menos el carpintero, que no cobró por su trabajo.
            A finales de julio de 1811 el carpintero del Oratorio dirigió un escrito a las Cortes en el que explicaba que, terminadas las obras el ingeniero y el aposentador mayor, estando conformes y satisfechos con lo ejecutado, no pudieron pagarle por no existir fondos, y añadía que conociendo la llegada de “caudales de América”, pedía se le abonara la deuda por estar pasando su familia y él penurias en la alimentación y vestuario. El aposentador emitió un informe a principios de agosto confirmando todo lo relatado, indicando expresamente que el carpintero había cumplido a su satisfacción y a la del ingeniero Antonio Prat, y explicando que a medida que se recibían fondos se pagaba “a proporción” la deuda contraída, correspondiéndole cobrar al carpintero la mitad de la deuda. Por fin, el 18 de agosto, se conoció una orden del Consejo de Regencia librando 40.000 rs.v. para terminar de pagar las cuentas de las obras de San Felipe Neri, y el carpintero pudo, finalmente, cobrar el resto de la deuda.
Publicado en Diario de Cádiz, 2 de agosto de 2008

lunes, 27 de febrero de 2012

La última voluntad de Mejía Lequerica

Interesante artículo de Gloria Zarza Rondón, Becaria de Investigación de Historia de América del Departamento de Hª Moderna, Contemporánea, de América y del Arte, en la Revista de Estudios Humanísticos de la Universidad de León, sobre la última voluntad de José Mexía Lequerica.
El ecuatoriano Mexía Lequerica es uno de los personajes más interesantes de las Cortes de Cádiz. Nacido en Quito en  1777, estudió Gramática Latina, Filosofía y Teología, optando en 1805 al título de Bachiller en Medicina y luego al de Bachiller en Derecho, se casó con Manuela Espejo, hermana de su amigo y maestro Eugenio Espejo, uno de los precursores de la Independencia del actual Ecuador. Hacia 1806 llegó a España con su también amigo Conde de Puñonrostro y en Madrid le coge el 2 de mayo de 1808, participando en la lucha contra los franceses. Posteriormente abandona Madrid, según él mismo contó, disfrazado de carbonero, alistándose en Sevilla para combatir a las tropas napoleónicas.
En 1810 estaba en Cádiz, trabajando como oficial de contaduría y resultó elegido diputado suplente Santa Fe de Bogotá, convirtiéndose, desde que las Cortes se instalaron el 24 de septiembre de 1810 en la Isla de León, en uno de los más activos diputados, destacando por su ideología liberal en la defensa de los derechos de América. Tuvo protagonismo destacado en la elaboración del decreto de la libertad política de la imprenta, defensa de los indios, abolición de la Inquisición, extinción de diezmos y primicias, etc.Murió a finales de octubre de 1813 como consecuencia de la fiebre amarilla que asoló Cádiz el verano de dicho año.
Sobre su vida en Cádiz existían dudas y contradicciones, por ejemplo, en cuanto a su lugar de residencia y sus relaciones personales, asuntos sobre los que Gloria Zarza ofrece ciertas luces. Su trabajo se puede consultar aquí.

Policías indignados

Ya comenté en una entrada anterior mi impresión sobre el primer sábado de Carnaval, los bares clásicos de Cádiz cerrados y el botellón por plazas como Catedral, San Juan de Dios -pese a las obras-, Canalejas..., un ambiente que nos condujo a casita a las doce y media de la noche (0,30 del domingo).
El ayuntamiento, con la alcaldesa Teófila Martínez a la cabeza, declaró después que había sido una noche tranquila y sin incidentes, citando, al parecer, fuentes de la Policía Local.
Como sospechábamos muchos, ahora sabemos, por el sindicato mayoritario de la propia Policía Local, que la noche no fue nada tranquila, que se produjeron numerosos altercados e incidentes que les obligaron a intervenir, tanto a ellos como a la Policía Nacional, y se quejan, en su comunicado, de que sospechan que no se cumplió el plan acordado en la Junta de Local de Seguridad.
La información recogida por La Voz es muy grave y alguien en el ayuntamiento debería dar una explicación. 

domingo, 26 de febrero de 2012

La Iglesia y el IBI

Lo han anunciado en Italia: la Iglesia tendrá que pagar el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles); inmediatamente la Iglesia española se ha puesto en guardia, preparan ya su campaña y dice a voz en grito que exigir a la Iglesia que pague el IBI, como hacen todos los españoles, es “anticlericalismo casposo” y “laicismo agresivo”. Los obispos no quieren perder su paraíso fiscal, dejando claro que, para ellos, la crisis no es cosa de todos, que sus privilegios son intocables, que quieren continuar con su inmunidad casi absoluta ante hacienda, sin las obligaciones fiscales de los trabajadores, que desde este mes notaremos ya el incremento del IRPF.
Se calcula que España deja de ingresar unos 3.000 millones anuales por la exención del IBI de quien sigue siendo el mayor propietario de España, la Iglesia. Mientras tanto, desde el púlpito, siguen hablando de solidaridad, pero no se equivoquen, de solidaridad con el bolsillo de los otros. No sólo no pagan impuestos, sino que reclaman más, quieren seguir haciendo caja, sueñan con consolidar la casilla de la declaración de Hacienda que les adjudica un porcentaje de la contribución, convirtiendo lo que ahora es voluntario en
un impuesto religioso. Mientras lo logran, ya tienen la asignación estatal anual que se publicóen el BOE del 31 de diciembre de 2011, página 14.6615:
"Financiación a la Iglesia Católica.
Durante el año 2012 el Estado entregará, mensualmente, a la Iglesia Católica 13.266.216,12 euros, a cuenta de la cantidad que deba asignar a la Iglesia por aplicación de lo dispuesto en los apartados Uno y Dos de la disposición adicional decimoctava de la Ley 42/2006, de 28 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2007".

No pagan, cobran y todavía les parece poco.
Recomendable la lectura del artículo de El País sobre el asunto.

sábado, 25 de febrero de 2012

Transparencia


            El 24 de febrero de 1811 las Cortes iniciaron sus sesiones en el Oratorio de San Felipe. Dos días después, José Canga-Argüelles, Secretario del Despacho de Hacienda, presentó, por primera vez, para su lectura en las Cortes “el estado de la Tesorería general”, un informe sobre las cuentas públicas, sobre los gastos e ingresos controlados por el gobierno de la nación. Los diputados oyeron “con satisfacción y agrado” el informe y, a propuesta de Agustín de Argüelles, decidieron que se publicara entero en el Diario de las Cortes, al considerar que era “muy conveniente que la Nación sepa no solo lo que ha sufrido y puede sufrir, sino que tiene en sus manos los recursos para salvarse”. Se trataba de un primer ejercicio de transparencia con las cuentas públicas, que se convertiría en norma en las Cortes gaditanas.   
            Conviene recordar este hecho cuando, a diario, nos desayunamos con noticias sobre corruptelas, derroches, apropiaciones indebidas, cohechos, enchufes, multiplicación de asesores, desvío y malversación de fondos públicos, etc., en todas las esferas de la administración, desde un municipio de apenas mil habitantes, hasta la administración estatal, pasando por empresas públicas, diputaciones y administraciones autonómicas. Tenemos que ser conscientes de que no ocurre con todos los organismos de la administración, es más, que la inmensa mayoría de los políticos son gente honrada, que, como ya escribí en otra ocasión, hay unos 67.000 cargos electos en España, frente a unos 230 casos de corruptelas denunciados. De cualquier forma son muchas, demasiadas, y escandalizan a la ciudadanía, que no puede entender tantos casos como salpican la geografía nacional: Palma-Arena, Gurtel, Fabra, Palau, Mercasevilla, los ERES andaluces, o Rodríguez de Castro, sin olvidar los frecuentes fraudes urbanísticos.
            Es evidente que hay que buscar una solución, además de perseguir sin descanso a los corruptos, a los que engañan a la población, a sus votantes. Y la solución está en la transparencia de las cuentas públicas, en que la ciudadanía tenga acceso directo y rápido a los presupuestos de las administraciones, de todas las administraciones públicas y a su ejecución, a cómo se recauda y gasta el dinero de todos. Si los diputados reunidos en Cádiz decidieron en 1811 que las cuentas de la Tesorería general se publicaran en el Diario de las Cortes, en la actualidad hay más y mejores medios para hacer las cuentas transparentes. Por ejemplo, Antonio B. propone una medida que, quizás, no evitaría todas las trampas, pero las dificultaría bastante: que las cuentas de todas las administraciones publicas sean visibles en línea, que estén en la red, en la página web de las administraciones, con actualización diaria, y publicación de un resumen semanal, que se podría repetir en el BOE, en el BOJA, o en la publicación correspondiente de cada administración. Sería más barato que crear un cuerpo de auditores para fiscalizar las cuentas semanalmente..., que es otra posibilidad.
Publicado en Diario de Cádiz, 25 de febrero de 2012.

Ahí está el tío

Diego Caro, con el Rector, González Mazo, y otros compañeros, tras su toma de posesión como Catedrático de Historia Contemporánea. ¡Ahí está el tío!