El Teatro Romano, sin cafetería mirador

Informa Diario de Cádiz que, en el proyecto de ejecución de las obras de adecuación del Teatro Romano, se ha decidido suprimir la cafetería mirador, lo que parece un acierto, una decisión que explica con toda claridad el director del yacimiento, Francisco Alarcón, cuando indica que se había elaborado "un programa de necesidades que teníamos en el centro", entre las que, al parecer, no estaba la cafetería, y de forma más que razonable, argumenta, "estamos en un entorno hostelero, en un radio de unos 300 metros desde la puerta de la Posada del Mesón..., tenemos cerca de 100 establecimientos de hostelería entre bares, restaurantes y cafeterías. Convertirnos en un competidor en nuestro entorno tampoco es una cosa que nos interesaba".

Es toda una demostración de cómo hay que comprender e integrar el entorno en un proyecto de la administración pública. Pueden leerlo aquí.

Masonería, en Cádiz

 

Para hoy

 

A costal

Sin que el asunto sea una de mis mayores preocupaciones, me llama la atención que cuando se habla o escribe sobre el problema de cargadores que tuvo el paso de la virgen de la Soledad el pasado sábado, se plantee que la solución es terminar con el modo de cargar los pasos en la Semana Santa gaditana, un modo de carga que ha servido desde hace varios siglos, sustituyéndolo por el sistema de costaleros, al estilo sevillano o jerezano.

Y también llama la atención que ninguno de los que realizan la propuesta mencionen que en Jerez, esta misma Semana Santa, se ha planteado un problema igual al del paso de la virgen de la Soledad, con el paso de palio de la virgen de la Esperanza, de la Hermandad de las Cinco Llagas, que tuvo que regresar a su templo, sin siquiera pasar por la catedral.

¿La solución es el costal?  

La imagen es una captura de pantalla de la Voz de Cádiz. Pueden leer la noticia aquí 

Ya en el XIX había gaditanos que preferían la Semana Santa sevillana

La preferencia por la Semana Santa de Sevilla, al considerarla mejor que la de Cádiz, no es algo nuevo, ya a mediados del siglo XIX había manifestaciones al respecto, como la de Francisco Flores Arenas, el militar, médico y escritor que entre los años 1858 y 1861 realizó, desde las páginas de La Moda una dura e intransigente campaña contra el Carnaval, también escribió, en la misma revista y en varias ocasiones, sobre la Semana Santa gaditana, llegando a indicar que sería mejor que no hubiera procesiones.

Por ejemplo, en el número 14 de abril de 1864, Flores Arenas en su habitual sección "Revista de Cádiz", escribió "principiaron las angustiosas ceremonias de la Semana Santa", para añadir que "cada pueblo ofrece en sus costumbres una fisonomía distinta, así también cada pueblo se diferencia de los otros en mas o en menos respecto a la manera de celebrar sus  fiestas religiosas, y muy especialmente las de la Semana Santa. Sevilla, por ejemplo, se revela ostentosa en las ceremonias todas de su magnífica catedral, y nadie la iguala en el número, orden y concierto de sus procesiones", añadiendo, "no se encuentra Cádiz en ese caso". 

Flores Arenas reconoce que los cultos religiosos en los templos "se verifican con esplendidez" y, posteriormente da cuenta de las dos procesiones que habían salido ese año, "la de la madrugada del Viernes Santo, que es la conocida por la de Nuestro Padre Jesús Nazareno" y, en la tarde de ese mismo día, la cofradía del Descendimiento, procesión en la que también participaron las imágenes "del Señor de la Columna, el Ecce Homo, el de la Sentencia y el Jesús Nazareno que se venera en la iglesia parroquial de San Antonio", indicando que ambas procesiones "nada han dejado que desear". 

Pero, a continuación añade, que sería mejor que no hubiera procesiones y que si tienen que salir, deberían estar menos tiempo en las calles. Les dejo el original.  

   

 

El Nazareno y los presos

Como hoy, también el 14 de abril de 1927 era Jueves Santo. Al día siguiente el diario madrileño La Nación -el periódico fundado a instancias de Miguel Primo de Rivera, como órgano de opinión de la Unión Patriótica y de propaganda de la Dictadura impuesta por el jerezano en 1923-, dedicaba sus tres primeras páginas al Viernes Santo, y en la cuarta, en la sección "El cuento de hoy", el escritor y periodista Buenaventura L. Vidal publicaba "El condenado a muerte", donde contaba lo que consideraba el origen de la costumbre de que, en la madrugada del Viernes Santo, cuando la procesión del Nazareno de Santa María iba de recogida, al pasar ante la prisión provincial, se indultaba a un preso condenado a muerte.

Posiblemente Buenaventura Vidal conoció la tradición durante su residencia en Cádiz, donde llegó a publicar varias obras cortas de teatro, como El gaditano, boceto dramático en prosa, o la comedia en un acto Los cantares, impresa en la tipografía de El Correo de Cádiz en 1919.

En "El condenado a muerte", Vidal narra la llegada de la procesión del Nazareno por la calle San Juan de Dios al Campo del Sur, donde "vecinos del barrio de Santa maría y el Matadero" esperaban a "su Nazareno", al que dice llamaban "Er Greñúo", mientras se escuchaban saetas. Finalmente, el paso se detiene frente a la cárcel, donde un preso exclamó "estoy condenado a muerte", entonando una saeta, que no pudo terminar, pues, como alucinado, cayó sin sentido. Días después fue llevado al patíbulo, al que iba confiado diciendo "Lo vi en su cara, no me abandonará..." El mecanismo de ejecución falló, el reo fue repuesto en su celda y minutos después llegó el indulto.

Concluye Buenaventura Vidal: "Desde entonces la leyenda atribuye al Nazareno de Santa María el poder salvar a los reos condenados a muerte cuando entre el 'fallo condenatorio y la fecha de la ejecución media la madrugada del Viernes Santo y el reo le, pide perdón, arrepentido, al pasar la procesión por delante de la Cárcel". 

A quien le interese, le dejo el artículo:

 

Nonagésimo primer aniversario

 

Jubilación de tranviarios

La primera promoción de tranviarios del Tranvía de la Bahía de Cádiz se jubila. Tras más de dos décadas esperando conducir tranvías desde Chiclana a Cádiz, precisamente cuando se anuncia -una vez más- que se va a poner en marcha el servicio, a varios trabajadores les ha llegado el momento de la jubilación. Como ha declarado uno de ellos, "nos hubiera gustado conducir un tranvía haciendo el recorrido completo, pero no ha sido posible, el tiempo es inexorable". 

La foto es de Julio González, para Diario de Cádiz.

Penitente huyendo

En la calle Cardenal Zapata.
 

Una oportunidad perdida

El ayuntamiento de Cádiz ha decidido gastar 300.000 euros en arreglar el mamotreto de Santa Bárbara. Una pena, tras el incendio se tenía que haber aprovechado para desmontarlo, vender lo que queda como chatarra y ampliar el parque Genovés. Todo el paseo hubiese mejorado.

Anoche, un amigo, que no es de Cádiz, comentaba que no había escuchado a nadie decir que el mamotreto le gustaba. Parece que ha habido un cambio de opinión, quizás obligado, pero cabe recordar que en abril de 2015 los participantes en la elaboración del Plan C colocaron esta pancarta en el mamotreto de Santa Bárbara:

 

La prensa en Cádiz hace cien años

Un panorama diferente, comparado con la actualidad, presentaba la prensa en Cádiz en 1922. Se publicaban tres diarios y veintitrés publicaciones periódicas, entre las que cabe señalar varios periódicos corporativos.

Además, veinte periódicos o empresas periodísticas nacionales, tenían corresponsal en Cádiz.  

La Sociedad Española de Construcción Naval en 1929

Interesante mapa de las instalaciones de la Sociedad Española de Construcción Naval en 1929. Sin contar el domicilio social, que estaba en la calle Sagasta nº 27 de Madrid, de las ocho sedes de astilleros y talleres de la sociedad conocida popularmente como La Constructora o La Naval, tres estaban en la bahía de Cádiz, en Matagorda, La Carraca y San Carlos.

Como es conocido, la Sociedad se fundó en 1909 para participar en un concurso público para construir buques para la Armada española, uniendo empresarios españoles -entre ellos, Tomás de Zubiría Ybarra, que fue presidente de la sociedad, y Claudio López Bru, marqués de Comillas-, con empresas inglesas. Tras ganar el concurso público, se le cedieron instalaciones en los arsenales de Ferrol, Cartagena y La Carraca; poco después La Naval compró Matagorda a la Cía Trasatlántica (de la familia López), abrió un nuevo astillero en Sestao y compró Altos Hornos de Vizacaya (empresa presidida también por Zubiría); a principios de los años 20, otro encargo de la Armada propició la apertura de los talleres de Reinosa y de San Carlos en La Carraca, configurando, así, el mapa de 1929.

 

Gasto innecesario

Con muy buen criterio, el ayuntamiento de Cádiz ha peatonalizado media calle Beni de Cádiz, concretamente el lateral colindante con el colegio Carlos III, reforzando la seguridad de tantas personas, sobre todo escolares, que caminan por esa calle.

Pero, al parecer, nadie se ha percatado de que dos semáforos permanecen encendidos, veinticuatro horas al día, inútilmente.