El actual gobierno municipal lleva poco más de dos años rectificando el rumbo de la ciudad, corrigiendo lo que, a su juicio y el de muchos gaditanos, fueron decisiones poco convincentes, cuando no clamorosos desaciertos -véase la serie mamotretos- del anterior equipo de gobierno.
Dicen que no es tarea fácil, sin embargo hay tres o cuatro detalles que se podrían corregir en un santiamén.
Por ejemplo, con motivo del Bicentenario de las Cortes, se colocó, entre otras placas, una en la calle Montañés diciendo que en esa calle vivió el diputado mexicano Miguel Gordoa. Es un error, Gordoa vivió en la actual plaza de las Flores; expliqué el error en esta entrada de marzo de 2014.
En la Casa Pemán, en la plaza de San Antonio hay un hito -por cierto poco adecuado a la fachada- que dice que Pemán nació allí, cuando es sabido que nació en la calle Isabel la Católica.
En la puerta del Palacio de Congresos, otro de esos feos hitos, explica que que allí estuvo la Fábrica de Tabacos, cuyo primer edificio -que no es el actual- se construyó en 1741. De la lectura se podría deducir que el primer edificio ocupó ese mismo solar, cuando se sabe que estaba en un caserón frente a la puerta de Sevilla, cerca de la actual plaza de San Agustín.
Otro de esos hitos turísticos, colocado en la plaza de España, al explicar la proclamación de la Constitución de Cádiz, incluye dos errores. Por una parte dice que se escogió el 19 de marzo por ser el santo de José Bonaparte, cuando sabemos que se escogió dicho día para conmemorar el aniversario de la entronización de Fernando VII. Por otra parte dice que la procesión cívica de la proclamación comenzó en el edificio de la Diputación, cuando las fuentes dicen que salió el Oratorio de San Felipe, sede de las Cortes; y por la tarde otra procesión cívica partió del Ayuntamiento.
Hay más. En la calle Sopranis, justo donde está Urbanismo, una placa explica la fachada de la casa de enfrente como si fuera la del edificio en la que está colocada. Y en la esquina del Palacio de Congresos, frente a Santo Domingo, otro hito turístico explica una ruta de los cargadores de Indias que incluye la casa de los Blázquez, en la calle Novena, construida en la segunda mitad del siglo XIX.
En diciembre de 2015 escribí una entrada, que titulé Tarea para la concejalía de cultura, recordando estos detalles, pero nada se corrigió. Me dicen, ahora, que cambiar esas placas corresponde a mantenimiento urbano, delegación que depende de Martín Vila, así que corrijo y le recuerdo a Martín que hay tarea pendiente.
Mostrando entradas con la etiqueta palacio de Congresos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta palacio de Congresos. Mostrar todas las entradas
jueves, 6 de julio de 2017
sábado, 15 de noviembre de 2014
La herencia del Teofilato III: reescribiendo la historia de Cádiz
Ya que no rectifican, por mucho que se les recuerden los errores, una tarea que habrá que realizar, cuando llegue el fin del Teofilato, es corregir algunos errores que el actual gobierno municipal ha deslizado, en lugares públicos, sobre la historia de Cádiz.
Por ejemplo, en la calle Montañés la alcaldesa descubrió, junto al embajador de México, una placa para recordar la estancia del diputado en las Cortes de Cádiz Miguel Gordoa y Barrios, placa que está mal situada: Gordoa no vivió en la calle de las Descalzas -actual Montañés-, como el ayuntamiento manifiesta, ya que residió en la plazuela de los Descalzos nº 91, es decir, en la actual plaza de las Flores nº 8. Allí es donde hay que colocar la placa.
En la plaza de San Antonio, en la casa en la que vivió y murió José María Pemán, colocaron un hito turístico en el que pone que es su casa natal. No es cierto, Pemán nació en la calle Isabel la Católica, donde hace años hay una lápida conmemorativa.
En la puerta del Palacio de Congresos hay otro hito turístico que explica que allí hubo una Fábrica de Tabacos, cuyo primer edificio -que no es el actual- se construyó 1741. De la lectura se deduce que el primer edificio ocupó ese mismo solar. No es así: la primera fábrica, la de 1741, estaba en un caserón frente a la puerta de Sevilla, cerca de la actual plaza de San Agustín.
Otro de esos hitos turísticos, colocado en la plaza de España, explica que el 19 de marzo de 1812 se proclamó la Constitución de Cádiz, e incluye dos errores. En primer lugar dice que se escogió el 19 de marzo por ser el santo de José Bonaparte; no es así, se escogió dicho día para conmemorar el aniversario de la entronización de Fernando VII. Por otra parte dice que la procesión cívica de la proclamación comenzó del edificio de la Diputación, cuando las fuentes dicen que salió el Oratorio de San Felipe, sede de las Cortes; y por la tarde otra procesión cívica partió del Ayuntamiento.
Y, aunque sea una triste anécdota, deberían quitar las reproducciones de plástico de animales prehistóricos que colocaron hace años en el parque Genovés: hace tiempo escuché a un señor explicarle a sus hijos que Cádiz es tan antigua, que allí mismo hubo un parque Jurásico.
Por ejemplo, en la calle Montañés la alcaldesa descubrió, junto al embajador de México, una placa para recordar la estancia del diputado en las Cortes de Cádiz Miguel Gordoa y Barrios, placa que está mal situada: Gordoa no vivió en la calle de las Descalzas -actual Montañés-, como el ayuntamiento manifiesta, ya que residió en la plazuela de los Descalzos nº 91, es decir, en la actual plaza de las Flores nº 8. Allí es donde hay que colocar la placa.
En la plaza de San Antonio, en la casa en la que vivió y murió José María Pemán, colocaron un hito turístico en el que pone que es su casa natal. No es cierto, Pemán nació en la calle Isabel la Católica, donde hace años hay una lápida conmemorativa.
En la puerta del Palacio de Congresos hay otro hito turístico que explica que allí hubo una Fábrica de Tabacos, cuyo primer edificio -que no es el actual- se construyó 1741. De la lectura se deduce que el primer edificio ocupó ese mismo solar. No es así: la primera fábrica, la de 1741, estaba en un caserón frente a la puerta de Sevilla, cerca de la actual plaza de San Agustín.
Otro de esos hitos turísticos, colocado en la plaza de España, explica que el 19 de marzo de 1812 se proclamó la Constitución de Cádiz, e incluye dos errores. En primer lugar dice que se escogió el 19 de marzo por ser el santo de José Bonaparte; no es así, se escogió dicho día para conmemorar el aniversario de la entronización de Fernando VII. Por otra parte dice que la procesión cívica de la proclamación comenzó del edificio de la Diputación, cuando las fuentes dicen que salió el Oratorio de San Felipe, sede de las Cortes; y por la tarde otra procesión cívica partió del Ayuntamiento.
Y, aunque sea una triste anécdota, deberían quitar las reproducciones de plástico de animales prehistóricos que colocaron hace años en el parque Genovés: hace tiempo escuché a un señor explicarle a sus hijos que Cádiz es tan antigua, que allí mismo hubo un parque Jurásico.
Etiquetas:
Cádiz,
calle Montañés,
Cortes de Cádiz,
Historia,
José María Pemán,
palacio de Congresos,
patrimonio,
plaza de España,
Plaza de las Flores,
tabaco,
Teófila Martínez,
teofilato
domingo, 31 de agosto de 2014
La misma cantinela
Parece increíble que, casi veinte años después, Teófila Martínez siga con la cantinela de que durante el gobierno municipal socialista no se hizo nada. Parece mentira que todavía, pese a lo publicado en prensa, recogido en las hemerotecas, investigado y editado en libros y catálogos cuya presentación ella misma ha presidido, siga diciendo que, por poner un solo ejemplo, cuando ella accedió a la alcaldía (1995), la rehabilitación del Palacio de Congresos apenas alcanzaban un 20%.
La Fábrica de Tabacos pasó al Ayuntamiento a principios de 1989. Tras sopesar diversas posibilidades, en julio de 1990 se decidió acondicionar el edificio para Palacio de Congresos bajo la dirección de los arquitectos municipales. Las obras, ciertamente, no se ejecutaron según lo programado y se acumularon retrasos, no obstante el 28 de mayo de 1993 DIARIO DE CÁDIZ publicaba un reportaje firmado por Jesús de Sobrino -que fue concejal con Teófila Martínez en 1999- sobre las negociaciones para el ajuste de la financiación de las obras del Palacio, en el que de Sobrino destacaba las palabras del portavoz de la constructora, “Contelec”, sobre el estado de las obras, donde se afirmaba que “técnicamente... las obras han superado ya el ecuador... han quedado resueltas las tareas más complicadas”, para indicar que lo que quedaba por hacer era “la gran parte de las instalaciones, los revestimientos y la adecuación, mobiliario y decoración de los interiores”. Es decir, ya a mediados de 1993 -dos años antes de las elecciones que auparon a Martínez a la alcaldía- las obras habían superado con creces la el 50% de la rehabilitación.
Ese mismo día, 28 de mayo de 1993, una columna firmada por Pepe Monforte informaba que la aportación de la Junta de Andalucía superaría los 800 millones de pesetas. Faltaba aun financiación y para lograrla Carlos Díaz se dirigió a la UE, y en julio de 1994 se anunció que los fondos europeos cubrirían el 75%, unos 2.000 millones de pesetas, de la obra. En ese mismo año 94 se encargó el mobiliario a una empresa de la provincia, a otra los azulejos de los baños, etc. Por todo ello se puede afirmar que, a mediados de 1995, el Partido Popular se encontró el Palacio prácticamente acabado, y con la financiación resuelta: en septiembre de 1997 se publicó que la obra había costado unos 2.500 millones de pesetas, por lo que se puede concluir que con las aportaciones de la Junta (unos 800 millones) y de la UE (2.000 millones), la obra estaba pagada, aportaciones logradas bajo el mandato de Carlos Díaz.
La foto, del fondo de la UCA
La Fábrica de Tabacos pasó al Ayuntamiento a principios de 1989. Tras sopesar diversas posibilidades, en julio de 1990 se decidió acondicionar el edificio para Palacio de Congresos bajo la dirección de los arquitectos municipales. Las obras, ciertamente, no se ejecutaron según lo programado y se acumularon retrasos, no obstante el 28 de mayo de 1993 DIARIO DE CÁDIZ publicaba un reportaje firmado por Jesús de Sobrino -que fue concejal con Teófila Martínez en 1999- sobre las negociaciones para el ajuste de la financiación de las obras del Palacio, en el que de Sobrino destacaba las palabras del portavoz de la constructora, “Contelec”, sobre el estado de las obras, donde se afirmaba que “técnicamente... las obras han superado ya el ecuador... han quedado resueltas las tareas más complicadas”, para indicar que lo que quedaba por hacer era “la gran parte de las instalaciones, los revestimientos y la adecuación, mobiliario y decoración de los interiores”. Es decir, ya a mediados de 1993 -dos años antes de las elecciones que auparon a Martínez a la alcaldía- las obras habían superado con creces la el 50% de la rehabilitación.
Ese mismo día, 28 de mayo de 1993, una columna firmada por Pepe Monforte informaba que la aportación de la Junta de Andalucía superaría los 800 millones de pesetas. Faltaba aun financiación y para lograrla Carlos Díaz se dirigió a la UE, y en julio de 1994 se anunció que los fondos europeos cubrirían el 75%, unos 2.000 millones de pesetas, de la obra. En ese mismo año 94 se encargó el mobiliario a una empresa de la provincia, a otra los azulejos de los baños, etc. Por todo ello se puede afirmar que, a mediados de 1995, el Partido Popular se encontró el Palacio prácticamente acabado, y con la financiación resuelta: en septiembre de 1997 se publicó que la obra había costado unos 2.500 millones de pesetas, por lo que se puede concluir que con las aportaciones de la Junta (unos 800 millones) y de la UE (2.000 millones), la obra estaba pagada, aportaciones logradas bajo el mandato de Carlos Díaz.
martes, 31 de julio de 2012
La ciudad cambia
Desde la casa de las Cuatro Torres, una vista de cuatro (o cinco) edificios significativos de Cádiz, que marcaron un momento en el desarrollo urbano de la ciudad.
Además de las Casas de las Cinco Torres (1771), la actual Diputación, construida como edificio de la Aduana en 1770 para el control y dirección del comercio con América; el edificio Trocadero y el conocido como El Fénix (1950), construido frente al puerto, en el que se pensaba como elemento de reactivación de la economía de la ciudad; el Palacio de Congresos, antigua Fábrica de Tabacos, edificio industrial de 1883; y el "pirulí" de Telefónica (1992), representación de la modernidad y nuevas tecnologías en la ciudad.
Además de las Casas de las Cinco Torres (1771), la actual Diputación, construida como edificio de la Aduana en 1770 para el control y dirección del comercio con América; el edificio Trocadero y el conocido como El Fénix (1950), construido frente al puerto, en el que se pensaba como elemento de reactivación de la economía de la ciudad; el Palacio de Congresos, antigua Fábrica de Tabacos, edificio industrial de 1883; y el "pirulí" de Telefónica (1992), representación de la modernidad y nuevas tecnologías en la ciudad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)