domingo, 4 de junio de 2017

¡Esto es de traca!


Es tremendo. Da la impresión de que nos toman por tontos, por cretinos. Lo que no vale para otros, vale para ellos. Primero Monedero, después Rodríguez, ahora Iglesias, todos entienden y justifican que, tras hacer declaraciones ostentosas y reiteradas sobre el laicismo, en el ayuntamiento de Cádiz, Podemos vote a favor de dar una medalla a una virgen.

En el caso de es Pablo Iglesias Turrión, da la impresión de que menosprecia la inteligencia de los demás cuando declara, a Diario de Cádiz, que dar una medalla a la virgen del Rosario es una decisión ¡¡¡¡muy laica!!!!

Y de traca su explicación sobre "el carácter de dignidad popular" de una virgen que, según el retorcido discurso de Iglesias -retorcido por forzado, por artificial, por incierto-, no va unida al conservadurismo, por la "tradición anarquista y liberal" de Cádiz...

Lo dicho, si la medalla a la virgen la otorga el PP, a degüello con esos carcas facistoides; si la otorgan los míos, a comulgar -nunca mejor dicho- con ruedas de molino.  

4 comentarios:

Antón Sánchez dijo...

Que tendrá que ver el anarquismo con la concesión de medallas a vírgenes, patronos y santos varones.El Sr, Igleias no ha leído a Bakunin, Kropotkin, Max Nettlau o a Proudhon, sin olvidar a Fermin Salvochea, que cariñosamente acompañaba a su devota madre,Doña Pilar Álvarez a la puerta de la Iglesia correspondiente, pero sin pasar a su interior. Con sus afirmaciones doctrinales y su desparpajo ni el Sr. Iglesias ni sus entusiastas seguidores cambiaran nunca nada.Continuismo en el Congreso, en el Parlamento Andaluz y en el municipio, nada nuevo bajo el sol (por desgracia).Al menos que no mencione para nada a los anarquistas.

Anónimo dijo...

Incierto no es no cierto. Como Pablo Iglesias no es Pablo Iglesias (el anterior), como bien sabe usted.

ARS dijo...

Anónimo, incierto es "no cierto o no verdadero" (DLE, primera acepción).

Andrés García dijo...

La concesión de la medalla de Oro (?) a la Patrona de Cádiz, se ha convertido en una historia de Giovanni Guareschi, como en una de sus novelas que relata el continuo enfrentamiento de don Camilo,párroco de un pequeño pueblo del valle del Po con el alcalde comunista don Pepón.Esto es una realidad y los partidarios de Pepón muy orgullosos de mantenerse laicos hasta el tuétano, como si ese fuera el mérito mayor de los dirigentes comunistas en este País: Garzón, Cayó Lara o nuestro héroe local el Sr. Vila. Gran problema de este país, Abandonemos las tradiciones de nuestros pueblos y ciudades en esta materia vale y ustedes que nos ofrecen?.Formas parte de su dogmatismo de la vida, blanco o negro,bueno o malo. Dedíquense a la política y dejen que cada cual ejerza sus creencias y su libertad y no intervengan en ella pretendiendo conducir nuestras vidas.Ocupense del empleo, los salarios y el progreso económico y social y dejen en paz a la gente que no tiene la bilis para fastidiar como ustedes con sus políticas de titulares. Y dejen al margen al Alcalde de la ciudad, ha cumplido su deber como regidor de la ciudad, aunque haya quien no esté de acuerdo, quizás ni el mismo.