jueves, 11 de junio de 2015

El purgatorio


El purgatorio no es el cielo, pero tampoco el infierno. Van al purgatorio los que han cometido pecados leves, incluso los que, habiendo cometido pecados graves, ya han sido perdonados, pero tienen que cumplir penitencia. El purgatorio no existe físicamente, es un período de purificación que, transcurrido, permite al creyente ver a dios, conocer la verdadera doctrina y entrar en el paraíso. No es un espacio físico, es un estado transitorio, espiritual, que propicia la santificación de los elegidos. En el purgatorio, se cree, o no se cree, forma parte del dogma, por eso solo los elegidos, los que son capaces de establecer e interpretar los dogmas, lo conocen, pueden entenderlo, incluso pueden anunciar y decidir quienes irán al purgatorio.

En la asamblea de Podemos unos de sus dirigentes ya ha anunciado que el PSOE tendrá que pasar por el purgatorio. Lo pueden leer aquí y también aquí.

La noticia tiene su lado positivo, el elegido, el transmisor del dogma, anuncia, indirectamente, que el PSOE no ha cometido pecados mortales -los que pecan mortalmente no pueden acceder al purgatorio, van directamente al infierno-, pero tiene que pasar la penitencia. Después podrá acceder al paraíso podemista.

Pero no solo el PSOE tendrá que pasar pruebas, también Ganar Cádiz en Común tiene que comulgar con las doctrinas del dogma de Podemos, por eso para poder colaborar en el gobierno de Cádiz tendrá que pasar por el filtro doctrinario, tendrá que saberse el catecismo podemista, del que le examinará el santo tribunal poseedor de la verdad absoluta.

Bromas aparte, es insólito que, a setenta y dos horas del pleno de investidura del Ayuntamiento de Cádiz, en una asamblea se pueda seguir vertiendo propuestas y consignas tan dogmáticas, que se muestre tan poca cintura, tan poca diplomacia con el posible aliado para lograr el cambio político que Cádiz demanda. Y no solo con los socialistas, que tendrán que purgar sus faltas, también con los integrantes de Ganar Cádiz en Común, que ha desarrollado un programa, en mi opinión, más completo y más netamente de izquierdas que el de Podemos.  

A estas alturas del partido y ya que lo han nombrado en ocasiones, convendría recordar a los que anuncian el purgatorio que Lenin, en su conocido artículo sobre el desarrollo histórico del marxismo, dijo que "el marxismo no es un dogma muerto, no es una doctrina acabada, terminada, inmutable, sino una guía viva para la acción"; y que también Lenin, pocos años antes de la fundación del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, denunció que “no se puede ser dirigente ideológico sin realizar la indicada labor teórica, como tampoco se puede serlo sin dirigir esta labor de acuerdo con las exigencias de la causa, sin propagar los resultados de esta teoría entre los obreros y ayudarles a que se organicen. Este planteamiento de la tarea preserva a la socialdemocracia de las deficiencias que tan a menudo aquejan a los grupos socialistas: el dogmatismo y el sectarismo" (V.I, Lenin: Quiénes son los “amigos del pueblo” y cómo luchan contra los socialdemócratas, 1894).

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