Publica Diario de Cádiz hoy una interesante nota, con un titular que no es correcto.
Pese a lo que dijera la propaganda de la época, de la que obligatoriamente el periódico se tuvo que hacer eco, no se puede atribuir a Carlos Mª Rodríguez de Valcárcel -gobernador de Cádiz entre el 10 de octubre de 1946 y el 11 de octubre de 1951-, la iniciativa de organizar, en 1948, un concurso de coros en la plaza de San Antonio, aunque es cierto que sin su autorización, no se hubiera podido celebrar.
De cómo ocurrieron los hechos hay un testimonio de primera mano, el de José María Cernuda Calleja, que en 1947 ocupaba el cargo de Delegado de Educación Popular del gobierno de la dictadura y, por lo tanto, dependía jerárquicamente, además del ministro del ramo, del gobernador civil.
Conviene señalar, que pese a la prohibición del Carnaval, en los años cuarenta hubo algunas actuaciones de coros en diferentes eventos y circunstancias, entre ellas, en la Velada de los Ángeles de 1947.
Según el testimonio de Cernuda Calleja, poco tiempo después, Alfonso de Aramburu y Benito Cuesta le plantearon a él -en razón de su cargo político-, la nostalgia de los antiguos carnavales. Cernuda elevó la petición a Rodríguez de Valcárcel, quien recordó que el Carnaval estaba prohibido en España. No obstante, poco después, el gobernador comentó el tema con José León de Carranza, a quien el propio gobernador había designado alcalde de Cádiz en febrero de 1948, que también mostró su nostalgia por las tradicionales coplas de Carnaval.
El dos de agosto de 1948 se inauguró la Velada de Los Angeles, y como otras veces, se invitó para que actuaran a los componentes de “Piñata gaditana”, cantando también “Los chisperos”. En la actuación de “Piñata gaditana” desarrollada el día 10 en la caseta “Los que quisieron”, estuvo como invitado de excepción Rodríguez de Valcárcel que, tras oir los tangos -unos tangos evidentemente "correctos"-, no encontró motivo para prohibir sus actuaciones.
Por eso, con el beneplácito del gobernador, pero no por iniciativa suya, el 14 de agosto, la Sociedad Gaditana de Fomento organizó el concurso de coros en la plaza de San Antonio, en la que, con su indumentaria correspondiente al tipo, y en carrozas, participaron “Los que quedaron”, “Los chicucos”, “Los vendedores de mariscos”, “Piñata gaditana”, “Los cowboys de Santa Fé” y “Los chisperos”.
Al año siguiente, 1949, Rodríguez de Valcárcel autorizó que se celebraran las que se denominaron “Fiestas de Coros”, actuaciones de agrupaciones cuyos repertorios fueron controlados por la Delegación de Educación Popular -es decir, por Cernuda Calleja. La autorización incluía la prohibición de que las fechas de las actuaciones coincidieran con las tradicionales del Carnaval, palabra que no podía aparecer por ninguna parte, lo que se cumplió rigurosamente, mientras que el ayuntamiento, presidido por Carranza, se encargó del control de las calles.
De cómo ocurrieron los hechos hay un testimonio de primera mano, el de José María Cernuda Calleja, que en 1947 ocupaba el cargo de Delegado de Educación Popular del gobierno de la dictadura y, por lo tanto, dependía jerárquicamente, además del ministro del ramo, del gobernador civil.
Conviene señalar, que pese a la prohibición del Carnaval, en los años cuarenta hubo algunas actuaciones de coros en diferentes eventos y circunstancias, entre ellas, en la Velada de los Ángeles de 1947.
Según el testimonio de Cernuda Calleja, poco tiempo después, Alfonso de Aramburu y Benito Cuesta le plantearon a él -en razón de su cargo político-, la nostalgia de los antiguos carnavales. Cernuda elevó la petición a Rodríguez de Valcárcel, quien recordó que el Carnaval estaba prohibido en España. No obstante, poco después, el gobernador comentó el tema con José León de Carranza, a quien el propio gobernador había designado alcalde de Cádiz en febrero de 1948, que también mostró su nostalgia por las tradicionales coplas de Carnaval.
El dos de agosto de 1948 se inauguró la Velada de Los Angeles, y como otras veces, se invitó para que actuaran a los componentes de “Piñata gaditana”, cantando también “Los chisperos”. En la actuación de “Piñata gaditana” desarrollada el día 10 en la caseta “Los que quisieron”, estuvo como invitado de excepción Rodríguez de Valcárcel que, tras oir los tangos -unos tangos evidentemente "correctos"-, no encontró motivo para prohibir sus actuaciones.
Por eso, con el beneplácito del gobernador, pero no por iniciativa suya, el 14 de agosto, la Sociedad Gaditana de Fomento organizó el concurso de coros en la plaza de San Antonio, en la que, con su indumentaria correspondiente al tipo, y en carrozas, participaron “Los que quedaron”, “Los chicucos”, “Los vendedores de mariscos”, “Piñata gaditana”, “Los cowboys de Santa Fé” y “Los chisperos”.
Al año siguiente, 1949, Rodríguez de Valcárcel autorizó que se celebraran las que se denominaron “Fiestas de Coros”, actuaciones de agrupaciones cuyos repertorios fueron controlados por la Delegación de Educación Popular -es decir, por Cernuda Calleja. La autorización incluía la prohibición de que las fechas de las actuaciones coincidieran con las tradicionales del Carnaval, palabra que no podía aparecer por ninguna parte, lo que se cumplió rigurosamente, mientras que el ayuntamiento, presidido por Carranza, se encargó del control de las calles.
En la imagen, "Piñata gaditana".
La información procede de mi libro El Carnaval secuestrado, donde, quien lo desee, puede ampliarla.
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