A finales de 1998 y a propuesta de de su directiva, el Casino Gaditano y la UCA firmaron un convenio para realizar un inventario de la biblioteca del Casino, del que fui investigador responsable. Con varios investigadores de mi grupo, todos licenciados en Historia o Humanidades, y con la colaboración imprescindible de Ana Mª Fimia, responsable de la biblioteca y la persona que mejor la conocía, estuvimos trabajando varios meses cotejando catálogos anteriores, con los fondos existentes, inventaríándolos y reordenándolos, sin alterar excesivamente la ordenación previa. En el informe final, reafirmábamos lo que ya conocíamos muchos de sus usuarios, que la biblioteca del Casino Gditano es una joya, una mina para la investigación humanística.
Cabe recordar que el Casino Gaditano se fundó en 1844 y ya en 1848 pasó al edificio de la plaza de San Antonio. Su biblioteca se formó por iniciativa de los socios interesados en que se guardaran los periódicos y revistas que se recibían, la mayoría por suscripción, muchos de ellas extranjeros, que permitían conocer a los socios lo que ocurría en los que se consideraban países más avanzados. Ese interés cobró fuerza cuando los socios acordaron, en enero de 1858, "coleccionar, completar y encuadernar los periódicos y publicaciones de interés permanente y colocarlos en la biblioteca".
A partir de esa fecha, la biblioteca fue creciendo, tanto por compra, como por las donaciones que hacían los propios socios, hasta conseguir formar una de las bibliotecas de mayor importancia de la provincia en el último tercio del siglo XIX. Por eso, en 1892, la directiva acordó obras de mejora, instalándose en ese año las vitrinas y el mobiliario que convirtieron a la biblioteca del Casino en una de las más bellas de Andalucía, mientras que los fondos crecían y eran cuidados con esmero.
Cuando en julio de 1936 Falange Española ocupó por la fuerza el edificio, la biblioteca sufrió algunas pérdidas por la sinrazón y estulticia, también por la rapiña de algún aprovechado que, con la excusa de salvaguardar unos libros, nunca los devolvió. Pero a decir verdad, se salvaron de la destrucción libros y publicaciones periódicas de importancia, incluyendo de autores proscritos por el fascismo.
La bibioteca del Casino Gaditano reúne miles de ejemplares de temas variados. Sin entrar en demasiados detalles, hay que enumerar la colección legislativa, con unos 1.500 volúmenes entre los que destacan los Diarios de Sesiones de las Cortes -no solo las de Cádiz- y la colección de decretos, la importante colección de revistas decimonónicas, con títulos como la Revista Contemporánea, Revista Española de Ambos Mundos, La Ilustración Española y Americana, Illustrirte Beitung, L‘ Illstration Théatrale, The Illustrated London..., y más de 10.000 libros de temas variados, economía, derecho, política, literatura, arte, geografía, historia, religión, filosofía, astronomía, medicina..., además de una sección de temas gaditanos. Libros, mayoritariamente del siglo XIX y primera mitad del XX, pero con ejemplares del siglo XVIII, además de mapas, fotografías y el propio archivo del Casino Gaditano.
La biblioteca del Casino Gaditano, actualmente del ayuntamiento de Cádiz, es una joya del patrimonio cultural de Cádiz, que hay que cuidar y mantener. Como ya escribí en otra ocasión, los fondos no se deben trasladar. Si anteriormente, por razones difíciles de aceptar, se optó por cerrar la biblioteca, hay que pedir que se mantenga abierta. La responsabilidad es municipal, pero sin duda, también deberían intervenir las administraciones de cultura de la comunidad andaluza y el estado español, que deben colaborar en mantener unos fondos bibliográficos y hemerográficos más importanes de lo que algunos piensan.
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