miércoles, 8 de junio de 2016

Venta de fresas y contaminación acústica


Entiendo que la gente se busque la vida, pero en un círculo de trescientos metros del final de la calle Ancha y la plaza de San Antonio hay varias fruterías de gente que paga sus impuestos para poder vender la fruta, entre ellas, dos de jóvenes que han pasado del paro a abrir sus negocios, trabajando 14 horas diarias.

Los de la furgoneta, además de vender fruta sin control, ni peso, ni las condiciones adecuadas, provocan contaminación acústica, sin que pase nada.


1 comentario:

Salvador Luna Gálvez dijo...

Simplemente magistral amigo Alberto