Aunque no es una gran tradición en Cádiz, la fiesta de la "invención de la cruz", que se conmemora el 3 de mayo, si se celebraba en la ciudad, sobre todo en los años veinte y treinta del siglo XX. Era una celebración similar a cómo se celebran las cruces de mayo en otras zonas de Andalucía: se colocaba en patios, a veces en salones, una cruz profusamente adornada de flores y otros elementos, pero siempre destacando el colorido. Y en torno a la cruz florida, había fiesta, música, bailes, bebidas y comida. Una descripción de cómo se desarrollaban estas "cruces de mayo", se puede leer en El noticiero gaditano del 5 de mayo de 1928, entre otros periódicos de la época.
No había procesiones y, cuando las hubo, fueron criticadas, como hizo el periódico El faro el 21 de mayo de 1927, que se quejaba de las procesiones organizadas por jóvenes que, no solo no se correspondían con las características de la fiesta, además, escribía el cronista, molestaban por las calles de la ciudad.
De unos años acá, algunos fines de semana de mayo, desfilan por las calles supuestas cruces de mayo, que no se corresponden con lo que era la fiesta tradicional, quedando en torpes remedos de procesiones de Semana Santa.
En la imagen, una de esas procesiones con una decoración y escenificación equivocada. Las "cruces de mayo" se caracterizan por el color y las flores. Lo que se ve en la imagen es una cruz con sudario sobre una colina de piedras (el Gólgota), que representa la resurrección, y no se corresponde con la fiesta de la invención de la cruz. Para que no quepan dudas del remedo de la Semana Santa, la carga y la música de acompañamiento, de pasión, no de gloria.
No estaría mal que, si se quieren recuperar las cruces de mayo, en vez de ocupar las calles molestando a los paseantes, se volviera a su sentido original y tradicional: una fiesta en torno a una cruz floreada en un patio o en un lugar fijo.
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