viernes, 15 de noviembre de 2019

Tío Pepe ha cumplido 175 años

Lo comentaba el otro día de una manera informal, pero efectivamente el gran Tío Pepe, el vino emblemático de bodegas González Byass, ha cumplido 175 años.

Conviene recordar que el fundador de González Byass, Manuel María González Ángel, nació en Sanlúcar de Barrameda en 1812, hijo de un Guardia de Corps y administrador de las rentas de las salinas de Sanlúcar, José Antonio González Rodríguez, casado con Mª del Rosario Ángel Moreno de la Peña.
Manuel M. González Ángel  

Debió desplazarse a Cádiz joven, donde trabajó para la casa comercial "Lasanta", y en la ciudad gaditana se casó con Victorina Soto y Lavaggi, hija de un conocido comerciante gaditano. En 1835 decidió instalarse por su cuenta como comerciante siguiendo el modelo habitual gaditano: comerciar con todo tipo de productos agrarios e industriales, en los mercados de Inglaterra y América principalmente. Pronto descubrió lo interesante que era el comercio del vino por lo que se trasladó a Jerez. Para poder seguir con el negocio de exportación de vinos logró el apoyo económico de dos comerciantes, también de vinos, uno original de Sanlúcar, Gutiérrez Agüera y el otro de Jerez, Mauricio Sevil. Con él colaboró también un amigo sanluqueño, hijo de francés-catalán, Juan Bautista Dubosc. En 1838 se escrituró la sociedad González, Gutiérrez Agüera, Dubosc, aunque la firma se llamó sólo “González-Dubosc”. En 1843 Gutiérrez Agüera se retiró y los otros socios continuaron solos, y teniendo ya como principales clientes a comerciantes ingleses, entre los que destacaba Robert Blake Byass.

Manuel M. González y Robert B. Byass. 
Archivo de la Fundación González Byass

Pero, aparte de los socios mercantiles, González Ángel contó con una ayuda muy especial, la de su tío José Ángel, tío Pepe, del que se dice que fue quien le enseñó casi todo sobre el vino fino, hasta el punto que la primera solera recibió su nombre "Solera del tío Pepe".
En 1844 Manuel María González Ángel escribía a su agente Robert Blake Byass recomendándole la venta de un vino muy pálido, de las que envió a Inglaterra varias botas, que tuvieron una excepcional acogida. Había nacido el fino Tío Pepe, que ha cumplido 175 años, pleno de vigor y sabor.

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