miércoles, 4 de junio de 2014

Un mal ejemplo

Es habitual que el ayuntamiento de Cádiz requiera obras de seguridad y ornato a propietarios de edificios, aunque no predique, precisamente, con el ejemplo.

Como ya dije en otra entrada, el edificio Amaya, donde el ayuntamiento tiene oficinas, presenta muestras de deterioro en sus fachadas. Pero, lo que resulta verdaderamente llamativo, es comprobar la diferencia que tiene la manzana del edificio entre la mitad de propiedad municipal, y la que parece de propiedad privada. Cambia el color, pero también el estado de mantenimiento. Mientras en las oficinas municipales, de color tostado, hay una red colocada desde hace meses, para evitar desprendimientos, la parte privada, de color blanco, está en buenas condiciones.



    El ayuntamiento, no predica con el ejemplo.

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