José León de Carranza Gómez-Pablos nació en Cádiz el 5 de junio de 1892 y murió en El Puerto de Santa María (Cádiz) el 21 de mayo de 1969.
Ingresó en la Academia de Artillería de Segovia en 1910, obteniendo en 1915 el grado de segundo teniente. Enseguida abandonó la carrera militar dedicándose a los negocios.
Sin abandonar las actividades mercantiles y de negocios, su actividad política se inició de la mano de su padre, Ramón de Carranza y Fernández de la Reguera, que fue nombrado por Miguel Primo de Rivera alcalde de Cádiz en 1927, permaneciendo en la alcaldía hasta 1931. Posteriormente volvió a ocuparla tras el golpe de estado del 18 de julio de 1936, hasta julio de 1937.
A José León de Carranza lo nombró su padre “teniente de alcalde”, responsable de la Guardia Municipal, encomendándosele también la participación y supervisión de la creación de la Empresa Municipal de Agua y Electricidad, tarea a la que se unió su designación para presidir la importante Junta de Obras del Puerto de Cádiz.
Perdida la alcaldía con la proclamación de la Segunda República, José León de Carranza colaboró, siempre al lado de su padre, en las campañas de la coalición de derechas. Su progenitor, Ramón de Carranza, participó activamente en los preparatorios del golpe de estado del 18 de julio de 1936. En su narración de lo ocurrido en Cádiz en julio de 1936, José de Mora Figueroa escribe que Ramón de Carranza estaba, a principios de julio, junto a Sanjurjo en Portugal, participando en la configuración del mapa de las acciones golpistas, actividad conspiratoria en la que colaboraron estrechamente sus hijos, José León en Cádiz y Ramón en Sevilla (Cfr. José de Mora Figueroa, marqués de Tamarón,
Datos para la Historia de la Falange gaditana, 1934-1939, Jerez de la Frontera, 1974).
Tras producirse el golpe de estado, Franco nombró a José León “delegado oficioso en el Protectorado francés de Marruecos”, trabajando en favor de los golpistas ante las autoridades francesas (Cfr. María José Rodríguez Olivares, “Fuentes para una biografía: José León de Carranza, alcalde de Cádiz”,
Historia y biografía en la España del siglo XX, II Congreso sobre el Republicanismo, Priego de Córdoba, 2003).
Cuando terminó la guerra, siendo reconocido el gobierno de Franco por Francia, fue nombrado, por decreto de 23 de febrero de 1940, suscrito por Francisco Franco, “Cónsul general honorario de España en Rabat” a propuesta de Juan Beigbeder Atienza, ministro de Asuntos Exteriores.
El decreto expresa que el nombramiento se realiza “por los méritos contraídos durante nuestro Glorioso Alzamiento Nacional, y como reconocimiento de los servicios prestados”.
Aunque el nombramiento fuera como “cónsul honorario”, llevaba implicado otro "premio" para José León de Carranza por su colaboración con el golpe de estado. Como podemos comprobar en el
Boletín Oficial de la Zona de Protectorado Español en Marruecos, publicado por la Alta Comisaría de España en Marruecos, Carranza obtuvo diversas concesiones de terrenos en el puerto de Larache para desarrollar sus negocios particulares relacionados con las almadrabas, la pesca del atún y la sardina, salazones de pescado y comercio de aceite (Véanse, como ejemplos, los boletines de 11 y 30 de abril de 1940 y 30 de abril de 1944).
José León de Carranza se mantuvo como “cónsul honorario” hasta el 26 de diciembre de 1947, pese a que, en febrero de ese mismo año, el gobernador civil de Cádiz, Carlos Mª Rodríguez de Valcárcel, lo había nombrado Secretario de la “Junta Provincial de Ordenación Económica y Social de la Provincia de Cádiz”. Terminada la actividad de la Junta con la publicación de un
Informe, Rodríguez de Valcárcel lo designó alcalde de Cádiz, nombramiento ratificado por decreto de Francisco Franco el 8 de febrero de 1948 (ocupó la alcaldía hasta el 23 de mayo de 1968).
José León de Carranza participó, activamente, en el denominado “alzamiento” y prestó destacados servicios al régimen franquista, de los que hay testimonios documentados.
Con motivo de su nombramiento, la prensa publicó una nota biográfica en la que se destacaba su implicación con el “alzamiento” y sus servicios al Movimiento desde su cargo en Rabat, como destacaba el periódico jerezano
Ayer, el 3 de febrero de 1948.
Como alcalde de Cádiz, fue incluido en la lista de Procuradores en las Cortes franquistas, en la que no tuvo muchas intervenciones, aunque cabe destacar que, en junio de 1958, fue designado, directamente por Franco, vocal de la importante “Comisión para el estudio de Leyes Fundamentales y Presidencia”.
Además, por sus servicios al régimen franquista, tuvo otros reconocimientos. Por Decreto de 1 de octubre de 1953 Franco le concedió la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, impuesta por el “caudillo” durante una visita a Cádiz. Igualmente, por orden del 22 de mayo de 1958, se concedió la Medalla al Mérito de Trabajo en su categoría de Oro. Tres años más tarde, con motivo del 25 aniversario del “Alzamiento”, por orden de 18 de julio de 1961, la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes, le concedió la Medalla de Oro al Mérito Deportivo. Y tras su fallecimiento, por decreto de 24 de mayo de 1969, Franco le concedió a título póstumo la Gran Cruz de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas, como es sabido, la distinción de mayor rango otorgada durante la dictadura franquista, creada el 10 de octubre de 1937 como “supremo galardón del Nuevo estado al Mérito Nacional”, según consta en el decreto de su creación.
Sus servicios a la dictadura y su implicación con el “movimiento” en 1936, se volvieron a destacar en las necrológicas publicadas, en varios periódicos nacionales, tras su fallecimiento, en las que se recordaba su vinculación al golpe de estado.
Además de la publicada en
Diario de Cádiz el día 22 de mayo de 1969, sirva de ejemplo el titular de la noticia publicada en
La voz de Albacete el mismo día 22 de mayo de 1969, donde se destaca que “colaboró de forma decidida en el Movimiento Nacional”.