A veces, cuando se habla del concurso de agrupaciones carnavalescas, se hacen comentarios sobre lo que, genéricamente, calificamos como el forillo, al referirnos al decorado que utilizan las agrupaciones en su actuación. El término no está correctamente utilizado, pues el forillo en un telón pequeño que forma parte de un decorado, por lo que al llamar forillo a los decorados, a veces muy complejos, que se usan en el teatro, estamos, sin ser conscientes de ello, restándole importancia al trabajo que realiza el artesano y decorador que trabaja con la agrupación. Buen ejemplo de lo que decimos es la publicación del libro que recoge 27 decorados, realizados entre 1986 y 2018, por Manolo Mayo para el coro de Julio Pardo.
Conocimos los decorados de Manolo Mayo en el último congreso de Carnaval, gracias a una comunicación de Eugenio Mariscal. Pero, como el propio Eugenio indicó, era necesario una publicación más amplia para divulgar el trabajo, la capacidad y el ingenio de Manolo Mayo para montar los decorados, un envite que asumió el Aula de Cultura del Carnaval, con el apoyo de la Diputación Provincial, publicando el libro que comentamos.
En el libro se publican los apuntes, bocetos y resultados del trabajo artesanal y técnico de Manolo y sus colaboradores, una trabajo sorprendente por su capacidad para solucionar problemas técnicos, que Manolo Mayo explica con tanta naturalidad, como sencillez.
Acompañando a la publicación, en la Casa del Carnaval, y tras la presentación del libro, se inauguró una exposición en la que se pueden ver diferentes tipos del coro y los diseños de los decorados de Manolo Mayo.
No se pierdan ni el libro, ni la exposición.
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