No voy a reiterar que el bicentenario de la Constitución de 1812 sirvió de poco en Cádiz, puesto que, pese a que el ayuntamiento presidido por Teófila Martínez fue quién más trabajó por el éxito de la conmemoración, faltó una perspectiva de futuro para convertir a Cádiz en un referente del constitucionalismo. No se quiso entender el proyecto de crear un centro de referencia con la unión del Oratorio, Museo de las Cortes y Centro de Estudios en el colegio San Felipe, ni se ejecutó el proyecto de una Ruta Constitucional por la ciudad y, pasado el bicentenario, las buenas intenciones se dejaron de lado.
Tras el cambio de gobierno municipal en 2015, se volvió a hablar de los proyectos pendientes, sobre todo de la Ruta Constitucional, quedando todo en palabras, lo sé por experiencia propia: en más de un encuentro le comenté el asunto al alcalde, José María González Santos, así como le envié notas y mensajes a alguno de sus asesores más cercano, tanto es así que, varias veces, me dijo el alcalde que me convocaría a una reunión, lo que nunca ocurrió.
Veo, de nuevo, anuncios de "Cádiz ciudad constitucional", aunque sea como reclamo turístico. Sería deseable que, en esta ocasión, la idea no se reduzca solo al cartel.
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