jueves, 8 de agosto de 2019

La rampa de la pipería del vino en el siglo XVIII

Desde mediados del siglo XVII el gobierno municipal de Cádiz intentó asegurar la financiación de la construcción de sus murallas solicitando, para ello, una regulación fiscal, lo que se consiguió, en parte, el 15 de febrero de 1665, cuando se concedieron arbitrios con los que resarcirse de los donativos realizados por la ciudad, entre los que se estableció uno por cada arroba de vino que entrase en Cádiz, lo que se amplió en 1669 con otro sobre cada bota de 30@.

Poco después, en agosto de 1684, se solicitó un gravamen específico para la construcción de las murallas, concesión que se retrasó hasta que una Real Cédula, de 14 de julio de 1693, concedió a Cádiz el derecho a establecer los "arbitrios de murallas". A partir de entonces, los impuestos sobre el vino, el aceite, la cerveza, el vinagre y el aguardiente sirvieron para financiar la fortificación de Cádiz en el siglo XVIII, además de pagar obras de empedrado y enlosado de las calles.

El control de la entrada, y salida, de esos productos, para cobrar los correspondientes gravámenes, se estableció junto a las Puertas del Mar, a escasos metros de la "rampa para varar el Pescado y la Pipería* del Vino", como se puede comprobar en este plano de Tomás Muñoz de 1795.
En el siguiente plano, una aproximación, señalando, en rojo, la rampa de la pipería del vino; en azul, las puertas y, en el centro, la "Casilla y Tinglado de las Rentas".

*Pipería es el conjunto de pipas o toneles de un envío.

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