miércoles, 17 de julio de 2019

¿Veto?

Creo que la noticia sobre la negativa a que el señor Martínez Becerra participara en un curso, para el que no había sido invitado oficialmente, ni programada su intervención, se ha magnificado.

No se veta a quien no se ha invitado, a quien no figuraba en el programa publicado por la UCA en su página dedicada a los cursos de verano. El abogado sevillano no había sido invitado oficialmente a impartir ninguna conferencia, ni parte de ella, en la UCA, no figuraba en el programa que aprobó el Vicerrectorado de Responsabilidad Social, Extensión Cultural y Servicios  y ratificó la Junta de Gobierno de la universidad.

La polémica surge, por lo tanto, de forma interesada, aumentada por centrarse en una figura que ha tenido varias controversias públicas. No dudo que un abogado deba buscar argumentos para defender a su cliente, es su obligación en un juicio, pero sí dudo que tenga que recurrir a denigrar a la parte contraria, a la víctima de una violación múltiple -según ha sentenciado el Tribunal Supremo-, en platós de televisión, estudios de radio y comparecencias ante la prensa.

Sobre la víctima de la lamentablemente célebre "manada", el abogado de los condenados ha llegado a decir que lo que quería era una juerga, para lo que buscaba un lugar oculto y oscuro para mantener relaciones sexuales, que besó a uno, pero quería mantener relaciones con los cinco -¿quiere decir el abogado que si una mujer besa a un hombre, está indicando que quiere acostarse con él y cuatro amigos más?-, que no dijo "no"..., sin embargo, no sabemos qué piensa el abogado de que la abandonaran semidesnuda y le robaran el móvil, hechos que no se pueden negar..., lo pueden leer, por ejemplo, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí... 

Sobre el falso veto, echo en falta alguna aclaración del director del curso y, sobre todo, de quien tenía que impartir la conferencia y, al parecer, tomó, por su cuenta, la iniciativa de invitar a Martínez Becerra a intervenir en la misma. Una invitación que, insisto, no era oficial, ni atribuible a la UCA, por lo que no hubo veto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es evidente que hubo veto. ¿Acaso no decidió alguien que esa persona no interviniese? Qué importa si había sido invitado oficialmente o no, o si figuraba en la programación oficial. Alguien lo invitó a participar y alguien vetó esa participación. Pero ahora no dan la cara. Ni unos ni los otros. Tan valientes como los de la Manada, se podría decir.

ARS dijo...

Es evidente, lector Anónimo, que no conoce usted la normativa de los cursos de extensión de la UCA. Cuando un curso propuesto es seleccionado, los coordinadores reciben una carta que incluye el siguiente punto, que copio textualmente:

5.- Dado que los distintos seminarios han sido seleccionados por una comisión en la que participan entidades externas a nuestra universidad, en calidad de patrocinadores, le recordamos que los programas aprobados no deben sufrir cambios sustanciales salvo en ocasiones excepcionales. En este sentido, dichas variaciones podrán ser remitidas a los responsables competentes para su verificación.

Cabe preguntarse si eso se hizo.

Anónimo dijo...

Eso es justo lo que respondió la UCA. Tinta de calamar.