domingo, 20 de agosto de 2017

El museo de Carnaval ¿tiene alma?


Leo en Diario de Cádiz que el museo de Carnaval ya tiene cara, lo que equivaldría a decir que tiene fachada, que tiene un inmueble, pero lo que hay que preguntar es si el museo tiene alma, y, respetando la labor del periodista que transmite la información, de lo que se lee en el periódico y de lo que se va conociendo por otras fuentes, parece que no, que no tiene alma, que no tiene contenido, que de lo que se está hablando es de la adaptación técnica de un edificio que, con lo que se conoce, podría servir igual para un museo de Carnaval, que para un museo de peluquería o una academia de habaneras.

El proyecto descrito por el gobierno municipal, del que informa el periódico, habla de la readaptación de los espacios del palacio Recaño para cualquier uso, por eso comienza diciendo que tendrá entrada (menos mal), conserjería, cafetería, sala de digitalización, un pequeño teatro..., en la planta baja. Y, de abajo arriba, salas de exposiciones temporales, de reuniones de colectivos -¿para decidir la fecha fija del Carnaval?, ¿para votar la composición del jurado?-, más salas de exposiciones permanentes -con disfraces y tipos, como en el "museo del Torreón de las Puertas de Tierra"-, talleres de restauración, hemeroteca, fonoteca, videoteca, talleres de costura, además de taller de restauración de vestuario y almacén para ídem... Por último, oficinas de administración, sala de investigadores y, en la azotea, el típico "lavaero".

Lo descrito es, reitero, un proyecto de adaptación de un edificio, la cara del museo, pero ¿dónde está el alma?, qué proyectos, museológico y museográfico, hay detrás. Primero habría que explicar cuál es el discurso o programa museográfico, qué contenido tendrá el museo, qué se pretende explicar y mostrar, cuáles son los contenidos teóricos, las técnicas de exposición y los vínculos entre los espacios; después, la gestión de la colección o las colecciones, las medidas de conservación y exhibición necesarias, etc. Y conociendo eso, buscar el espacio expositivo.

Pero no, se deduce que el ayuntamiento ha empezado el museo al revés, da la impresión de que se empieza la casa por el tejado: rehabilitamos un edificio y después metemos lo que quepa y, ¡halehop!, ya tenemos museo, en el que, eso sí, como gran innovación museológica, habrá una "sala de firmas", que no se sabe para qué sirve, pero queda bien. .

Hay espacios en Cádiz más fáciles de acondicionar para el museo del Carnaval que el palacio Recaño, cuya elección parece que se justifica -y esto da idea del nivel científico del proyecto- diciendo que está a 70 metros de donde nació El Tío de la Tiza, a 400 del Teatro Falla y a otros 400 de El Corralón (y a 451 de Casa Manteca, añado yo).

PD. Aprovecho para recordar que "Los Mojosos" de Costus siguen sin volver a casa.

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