sábado, 15 de octubre de 2011

Plaza de la Catedral

Lo que constantemente hacen con la plaza de la Catedral no sé si tiene nombre, pero es de catetos, es un constante atentado al patrimonio. La plaza de la Catedral podría ser una de las más hermosas de la ciudad, si no la convirtieran contantemente en un mercadillo, en un escenario tercermundista o, lo último, en la calle del Infierno de una feria de poca monta. Da igual que sea por fines benéficos, da igual que institución o cofradía esté detrás de esta horterada. Tapar la fachada de la Catedral con cacharritos de feria mala, me parece impresentable.
Con estos ejemplos dados por corporaciones religiosas -en este caso la Cofradía del Nazareno, la de mi famila-, con el permiso y aval del Ayuntamiento y el silencio imcomprensible de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, ¿cómo exigir a los ciudadanos, a los gaditanos, respeto al patrimonio histórico de Cádiz?

2 comentarios:

Mariano Del Río dijo...

Hace lustros que Cádiz perdió casi toda su dignidad, y la poca que quedaba, la liquidó la "pasiega" y el "coro de los grillos que cantan a la luna".
Fueraparte: Admitamos la atribución de la fracesita al Felipe II: "Mandé mis naves a luchar contra los hombres, no contra los capillitas y carnavaleros"

ARS dijo...

Sacto: el pobre Felipe entendió que no podía con las fuerzas superiores.