domingo, 2 de febrero de 2020

El último vigía de Cádiz

Recuerda hoy Rafael Garófano, en Diario de Cádiz, que hace 25 años que la Torre Tavira se convirtió en Cámara Oscura, gracias a un interesante y eficaz proyecto de Belán González Dorao, cuyos positivos resultados son evidentes.

Pero, en el contexto de un comentario elogioso, sorprende, el trato casi despectivo, ni tan siquiera disculpable si se ha hecho por desconocimiento, con que Garófano habla del que fue el último vigía de Cádiz, al que tilda de ocupa, exactamente lo califica como "vigía-ocupa".

Escribe Garófano, en un relato casi policíaco, que, tras conocer el proyecto de Belán González Dorao, cuando pidió las llaves de la torre recientemente restaurada por el ayuntamiento, se enteró de que las tenía una persona que de vez en cuando la visitaba, y cuenta que estableció un servicio de vigilancia para saber quién era esa persona, ir a hablar con él, para poco tiempo después expulsarlo de la torre.

Es posible que, en 1994, Rafael Garófano no supiera quien era Giordano García, pero seguro que muchos trabajadores del ayuntamiento de la época, como un gran número de gaditanos, sabíamos que Giordano García tenía las llaves de la torre con permiso oficial, y que llevaba, por entonces, unos treinta y cinco años subiendo diariamente a la Torre Tavira a cumplir con su cometido de vigía, un duro trabajo por el que percibía gratificaciones de las compañías consignatarias del puerto de Cádiz.

Pero no solo eso. Giordano García cuidaba la Torre Tavira y abría sus puertas y atendía, sin pedir nada a cambio, a los que querían visitar la torre. Así lo conocí yo, en una vista organizada por los Cursos de Verano de Cádiz y, poco después, Giordano me dio el número de teléfono, al que lo llamé en decenas de ocasiones, para volver a la Torre con algún visitante o amigo interesado.

Similar recuerdo tenía Fernando Quiñones cuando en abril de 1998 publicó en El país, un artículo en el que comentaba cómo subía a la torre a tomar una cerveza con Giordano, como yo hice en más de una ocasión, pero con una botella de manzanilla.

También José Antonio Hidalgo le dedicó un documentado artículo en Diario de Cádiz el 5 de abril de 2015, publicación que, posiblemente, fue el germen del homenaje que Giordano García recibió en julio de ese mismo año en el hotel Puertatierra.

Giordano García, el último vigía de Cádiz, no era un ocupa. Lo que ha escrito Garófano sobre él, aunque no mencione su nombre, me parece muy injusto. 

4 comentarios:

Carlos Aranda dijo...

¿Sabes qué ha sido de él?

ARS dijo...

No.
Sé que cuando salió de la Torre estuvo trabajando en el mercado y el muelle. Y cuando Hidalgo hizo su artículo tenía 81 años.

Salvador Luna dijo...

Recuerdo a Giordano perfectamente, pues en mi casa desde que yo era adolescente, se le nombraba casi a diario, mi padre que desempeñaba las funciones de agente de aduanas para la casa González Byass, mantenía con él una relación profesional, además de la amistosa
Podría contar algunas curiosas anécdotas, pero el fin que me lleva a escribir Estas palabras , es homenajear a una persona muy entrañable para mí.

Antonio Soler dijo...

No deberían haberle puesto una calle con su nombre? Giordano Garcia.El último vigía de Cádiz.Pero parece que no hubo nadie tan romántico y considerado en ese Consistorio gaditano, que vigilaba secretamente al vigía-okupa, para arrebatarle las llaves, de tan preciada Torre.Aunque hubiese sido porque también se llamaba Giordano.Como Iordanus Brunus, quemado en la hoguera,excomulgado y condenado por sus ideas, merced a la tremenda interpretación del evangelio de ss el papa Clemente VIi.Ejemplarizando con su ejecución en Campo di Fiori en Roma, que no parece muy sano discrepar del poder, .Eso si, pueden comprar allí, flores y verduras y si se tercia un buen clarete,Un excelente lugar para brindar por ambos Giordanos.Garcia y Bruno,