viernes, 20 de julio de 2018

Vencido, humillado y arruinado, ¡por rojo!

Poco tiempo después de la sublevación militar contra la República, la Junta de Burgos comenzó a estampillar el papel moneda para invalidar el dinero que emitía el banco de España, controlado por el gobierno republicano. Era una forma de "ilegalizar" los billetes republicanos, en el territorio controlado por los sublevados.

Pero a partir de 1937 el gobierno franquista comenzó a emitir su propia moneda provocando una guerra financiera, mientras que el dinero requisado a medida que avanzaban los sublevados, se vendía en el mercado extranjero de divisas provocando una bajada de su cotización.

Ya en el verano de 1938, cuando parecía evidente la derrota del gobierno republicano, mediante diversos decretos y órdenes se puso en marcha un plan para requisar todo el papel moneda que tuvieran los que residían en la zona republicana. Una orden dejaba sin valor los billetes emitidos después del 18 de julio de 1936, que deberían ser entregados a los sublevados. Se creó para ello el "Fondo de papel moneda puesto en circulación por el enemigo", de manera que los billetes se entregarían a cambio de un documento, un recibí, que, teóricamente, debería servir para recuperar, al menos, parte de ese dinero con billetes emitidos por el bando vencedor. La realidad es que el recibí era papel mojado y ese dinero nunca fue restituido.
En la imagen, uno de esos recibís, por valor de más de 14.000 ptas., de una persona a la que nunca le restituyeron ni un céntimo, así que, además de vencido, humillado y arruinado, ¡por rojo! 

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