Hoy, 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una jornada especial para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres y reclamar políticas para su erradicación.
Por eso puede ser, también, un buen día para recordar a mujeres y hombres que se declaran nostálgicos del franquismo, que añoran la dictadura que con férrea mano ejercició Francisco Franco, lo que el dictador reguló sobre las mujeres.
Conviene recordar que, muy pronto, todavía en plena guerra provocada por la rebelión militar, el gobierno presidido por Franco anuló los derechos de las mujeres conquistados durante la Segunda República, al aprobar, por Ley de 12 de marzo de 1938, el restablecimineto del Código Civil de 1889.
Con la aplicación de la ley de 1889 se restableció la plena autoridad del hombre sobre la mujer en el matrimonio, puesto que la esposa quedaba sometida a la autoridad del hombre, ya que, según la ley, el marido tenía que "proteger a la mujer" y la mujer tenía que "obedecer al marido" (art. 57); la mujer pasó a depender en todo del marido, tanto en los aspectos físicos, como en los morales y materiales. La esposa estaba obligada a seguir al marido donde quisiera establecer su residencia (art. 58); el marido era administrador único de los bienes del matrimonio, anulando la capacidad económica de la mujer; también la ley establecía que el marido era "el representante de su mujer" (art. 60), por lo que ella no podía tomar decisiones por su cuenta, por ejemplo, para abrir una cuenta bancaria o enajenar sus bienes (art. 61), o trabajar fuera de la casa, sin la autorización, por escrito, del marido.
Son solo algunos ejemplos de una ley que discriminaba a las mujeres y que conoció muy ligeras reformas en abril de 1958, puesto que, para algunas de mayor calado, hubo que esperar a mayo de 1975 -con Franco ya casi moribundo-, aunque hubo artículos que no se modificaron, como el que dice que es el marido el administrador de los bienes del matrimonio y, en su conjunto, se mantuvo la primacía del hombre sobre la mujer.
Para que todo esto cambiara mínimamente, hubo que esperar a la aprobación de la Constitución de 1978. Aunque todavía falta, a partir de ahí, lentamente, poco a poco, se ha ido progresando en la igualdad entre hombres y mujeres.
Con la aplicación de la ley de 1889 se restableció la plena autoridad del hombre sobre la mujer en el matrimonio, puesto que la esposa quedaba sometida a la autoridad del hombre, ya que, según la ley, el marido tenía que "proteger a la mujer" y la mujer tenía que "obedecer al marido" (art. 57); la mujer pasó a depender en todo del marido, tanto en los aspectos físicos, como en los morales y materiales. La esposa estaba obligada a seguir al marido donde quisiera establecer su residencia (art. 58); el marido era administrador único de los bienes del matrimonio, anulando la capacidad económica de la mujer; también la ley establecía que el marido era "el representante de su mujer" (art. 60), por lo que ella no podía tomar decisiones por su cuenta, por ejemplo, para abrir una cuenta bancaria o enajenar sus bienes (art. 61), o trabajar fuera de la casa, sin la autorización, por escrito, del marido.
Son solo algunos ejemplos de una ley que discriminaba a las mujeres y que conoció muy ligeras reformas en abril de 1958, puesto que, para algunas de mayor calado, hubo que esperar a mayo de 1975 -con Franco ya casi moribundo-, aunque hubo artículos que no se modificaron, como el que dice que es el marido el administrador de los bienes del matrimonio y, en su conjunto, se mantuvo la primacía del hombre sobre la mujer.
Para que todo esto cambiara mínimamente, hubo que esperar a la aprobación de la Constitución de 1978. Aunque todavía falta, a partir de ahí, lentamente, poco a poco, se ha ido progresando en la igualdad entre hombres y mujeres.

2 comentarios:
Eso ya pasó y es solo Historia.Vivimos el presente con la tentación de la mujer de Lot.Asi no progresa un País, si gira en torno al pasado como actualmente España.
Ya pasó, pero es bueno recordárselo a esos jóvenes, también mujeres, que "añoran" la dictadura franquista o apoyan a partidos que reivindican la herencia franquista o simplemente no condenan la dictadura.
Publicar un comentario