viernes, 10 de enero de 2020

El 18 de julio y los socios del Casino

En la charla que impartí el 10 de diciembre sobre la historia del Casino Gaditano, con motivo del 175 aniversario de su fundación, abordé qué ocurrió con el Casino a partir del 18 de julio de 1936 y en los años posteriores, para explicar que lo más destacado es que el Casino Gaditano dejó de serlo, para convertirse en el Cuartel General de Falange. Hay datos y documentos que así lo demuestran, incluyendo fotos como la que publico, cedida por Carlos A., en la que se ve el edificio del Casino con la simbología falangista.
Expliqué que el 18 de julio, un grupo de falangistas entró, armas en mano, en el Casino Gaditano y se apoderó del edificio, pese a un conato de resistencia por parte de algunos socios que tuvieron que abandonar el Casino. Aunque pocas semanas después, los socios, reunidos en el Círculo Mercantil -no pudieron hacerlo en su sede oficial- "cedieron", por las circunstancias del momento, el edificio a Falange, pronto iniciaron gestiones para recuperarlo, lo que no lograron, y de mala manera, hasta 1944.

Que el Casino era un objetivo de Falange ese infausto 18 de julio no lo digo yo, lo escribió José de Mora Figueroa en su libro Datos para la historia de la Falange Gaditana, 1934-1939, donde expresa con claridad las razones estratégicas para ocupar el Casino, describe la ocupación y el intento de resistencia de los socios, añadiendo que, personalmente, no quería que se mezclara el ideario de Falange con el ambiente político y social del Casino Gaditano.

En el coloquio posterior, José María O., me preguntó que cuántos, de la veintena de falangistas que ocuparon el Casino, eran socios, pues creía que si no todos, una gran mayoría lo eran. Respondí, de memoria, que dos o tres, quizás cuatro, y no iba descaminado.

Aunque Mora Figueroa no indica los nombres de los 20 falangistas que ocuparon el Casino el 18 de julio -uno de ellos abandonó la acción allí mismo-, narra que a los 19 que quedaron se le sumaron 16, y da los nombres de los 35 que, en total, se sumaron golpe militar, cuya relación reproduzco:
Contrastando esos nombres con la relación de socios del Casino Gaditano entre 1844 y 1944, elaborada por Antonio Alarcón, resulta que cinco de ellos eran socios del Casino: José de Mora Figueroa (socio desde 1924), Antonio Puelles y Puelles (desde 1922), Eduardo Iraola (desde 1932), Antonio Díaz de la Jara (desde 1934) -en la relación de socios aparece Antonio Díez de la Jara, por lo que se puede pensar que Mora Figueroa confundió el apellido- y José Joaquín Lahera (1921).

Pero se puede deducir de la narración de Mora Figueroa, que su hermano José no estaba entre los ocupantes del Casino, por lo que hay que concluir que en el momento de la ocupación, como máximo, solo había cuatro socios del Casino entre los falangistas que ocuparon el edificio.     

9 comentarios:

Unknown dijo...

Querido Alberto:
Sin ánimo alguno de polémica y con el fin de aportar más datos sobre el tema, creo que la postura del Casino en relación con el 18 de julio de 1936 y lo sucedido con el edificio de la plaza de San Antonio lo aclaran sus propios socios en carta abierta dirigida al general Varela tres años después de lo ocurrido y publicada en el Diario de Cádiz de 20 de julio de 1939.
Un abrazo,
José María Otero

Observador dijo...

En el monumento efímero de la fotografía se ve en primer plano el escudo de la República, con la corona murada y sin las lises de los Borbones. Para que luego digan que los nacionales se levantaron contra la República. Se levantaron contra el Frente Popular y su revolución en ciernes; el régimen republicano era a esas alturas sólo una ficción.

Por lo demás, si Cádiz hubiese quedado en zona "roja", muy probablemente habrían fusilado a la mayoría de los socios del Casino Gaditano.

Carlos Aranda dijo...

Lo de "sin ánimo alguno de polémica" me parece discutible, innecesaria polémica que llama la atención proviniendo de un reconocido socio del Casino.

Carlos Aranda dijo...

Otro abrazo.

ARS dijo...

Como estoy seguro sabes, estimado José María, desconozco el contenido de la carta a la que aludes, pero conozco las gestiones realizadas por los directivos del Casino en diferentes ocasiones, por ejemplo las de el 9/10/1936, el 30/8/1937, el 10/1937, el 2/2/1938, el 12/2/1938..., sin olvidar la correspondencia enviada entre abril de 1939 y enero de 1940, cartas a Falange, al gobernador militar, a Agustín Muñoz Grandes…, exponiendo lo sucedido desde el 18/7/1936 y recordando que la guerra había terminado, por lo que se pedía la devolución del edificio.

ARS dijo...

Observador, muy bien observado, cabe recordar que el 18 de julio Franco vitoreó la República, poco después cambió.
Sobre los fusilamientos, en historia aprendemos a no hacer futuribles, no podemos saber que hubiera pasado. Lo único cierto es que quien fusiló fue el régimen dictatorial franquista.

Observador dijo...

Supongo que se refiere usted a la ciudad de Cádiz, donde el rápido triunfo del Alzamiento dejó a los frentepopulistas sin margen de maniobra, porque allí donde pudieron no se cortaron ni un pelo a la hora de fusilar; véase, por ejemplo, el caso de Paracuellos del Jarama.

Anónimo dijo...

"La Falange es la Ley. ¿Comprenden todos la honda verdad, la segura trascendencia que se encierra en estas cinco palabras? Todos los que discuten, regatean, intrigan o alborotan ¿llegan a captar su riguroso sentido de existencia? ¿Aciertan a entender, examinándola a la luz de esa verdad, lo irreal de su postura y peligroso de su conducta? Es preciso, en esta hora que pasa, afirmar de una vez para siempre que por voluntad de nuestro Jefe Nacional, Francisco Franco, y por imperativo categórico de la fuerza de las armas, de la sangre vertida y de la decisión de Dios, la Falange, sus normas, su contenido ideológico, su capacidad de acción, y su ejemplo, se han convertido en Ley de nuestra Patria y en Ley que alcanza a todos sus hombres". Lo escribió Antonio Bouthelier.

Anselmo Lorenzo dijo...

Estuve en la conferencia del sr.. Ramos en el Casino y en su exposición sobre los acontecimientos, en torno al triste destino del edificio y la entidad, originados por el levantamiento de un sector del ejército y de una bien organizada trama civil en Cádiz, estimo que este prestigioso historiador, se atuvo a los hechos en su disertación.
Naturalmente ,otras personas pueden tener sus propias versiones.Lo cual evidentemente, no tiene porque transformarse en un público reproche a quienes la defiendan o argumenten. Y por ello, no es admisible y no me refiero a la crítica legítima, que algunos por malas artes o causas de otro origen, traten de distorsionar la exposición del sr, Ramos, debidamente sostenida en la documentación que ha manejado.
No me referiré a aquellos que se arrogan vastos conocimientos, arrogancia u otros sentimientos e intenciones para distorsionar en algún panfletario blog periodístico,con la intención qué Moliere, ponía en boca del protagonista de don Juan.:”.....la hipocresía es un vicio que esta de moda y todos los vicios que están de moda, son considerados virtudes” incluso los profesionales parece ser.
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