jueves, 30 de agosto de 2012

Comparaciones odiosas

Tras unos días fuera de Cádiz, al volver no se puede evitar la comparación: ¡qué sucias están las calles de Cádiz a las once de la noche!
Me consta que cada día barren las calles, que periódicamente se baldean algunas, por supuesto no todas, que hay zonas que no han visto agua en meses, pero no parece suficiente y, sobre todo, qué abandonados y dejados somos los gaditanos, qué poco respeto le tenemos a nuestra ciudad, cómo la guarreamos.
Y las comparaciones pueden ser odiosas, pero enseñan, por eso es doloroso comprobar cómo hay ciudadaes más populosas, con muchos más habitantes, con más visitantes, con muchos más turistas por metro cuadrado, que están permanentemente limpias, donde es difícil ver papeles por el suelo, perros sueltos por las calles o motos circulando por calles peatonales o aparcadas en las aceras. Y con la comparación surge la envidia, sana envidia. 

4 comentarios:

Jesús dijo...

Cualquier madrugador o noctámbulo puede dar fe de que diariamente se baldean las calles comerciales y las de mayor tránsito del centro. El Ayuntamiento destina esfuerzos y presupuestos a la limpieza diaria, pero los habitantes de la ciudad ensucian la calle quizá pensando que así crean puestos de trabajo. La situación se agrava cuando al tránsito se le suma la permanencia, como ocurre en la Plaza de Mina y San Antonio donde a partir de los bancos con papeleras vecinas, los suelos quedan cubiertos de bolsas y restos de aperitivos, latas papeles y botellas. Falta civismo, como siempre. Y orgullo verdadero de lo gaditano, no del folclórico.

Anónimo dijo...

¿Quiere usted decir, Jesús, que en tantos años gobernando la ciudad, doña Teo no ha conseguido que los gaditanos y gaditanas aprendan, con su ejemplo y su saber estar y su señorío, a comportarse de modo civilizado? No sabe usted de qué habla. ¿No se da cuenta que Cádiz está gobernada por la limpia y educada y ordenada derecha desde allá por mediados de los noventa del siglo pasado? ¿No sabe que esta ciudad tiene una alcaldesa que sólo con su presencia, con su su persona, con su manera de ser y de estar, ya promueve la educación y el civismo? Otro gallo cantaría si gobernasen los sociatas esos. Pero hombre, entérese bien antes de hablar.

Jesús dijo...

Como mi tocayo ilustre, soy partidario de dar al César lo que es del César y a Dios... Y pese a la crítica que en muchos casos se pueda merecer el equipo municipal, yo estoy hablando de la falta de civismo y amor propio gaditanos. Un Ayuntamiento no puede educar a nadie. Eso se hace en las familias y, en parte, en los colegios. Mientras tanto, como siempre.

Jesús dijo...

Este comentarista, indocumentado, pues no lee el Diario de Cádiz más que 1 vez a la semana, quiere decir a "Anónimo" que el civismo no es una cuestión de gobierno municipal ni de una derecha bien adjetivada, sino de educación. Y esa educación se recibe en la familia, y en una pequeña parte, en el colegio. Hasta entonces, nada que hacer.