Dicen por ahí, también lo leo en opiniones y comentarios, que "la afición quiere" que el estadio recupere el nombre del alcalde depurador y represor. Pero ¿toda la afición?
Así amaneció esta mañana el estadio:
Dicen por ahí, también lo leo en opiniones y comentarios, que "la afición quiere" que el estadio recupere el nombre del alcalde depurador y represor. Pero ¿toda la afición?
Así amaneció esta mañana el estadio:
Puede que el presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, no conozca el artículo 35 de la Ley de Memoria Democrática (Ley 20/2022 de 19 de octubre, BOE de 20 de octubre de 2022), pero, como licenciado en Derecho, debe saber que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento.
Quienes seguro que conocen la ley son los miembros del gobierno municipal de Cádiz, pues, en última instancia, habrá funcionarios que se la recuerden. Por eso es difícil entender cómo se va a abrir un proceso administrativo para "devolver", al estadio de fútbol, el nombre del alcalde que en 1936 ordenó la depuración de funcionarios municipales y otras medidas represivas.
Carranza tiene su sitio en la historia, su figura y trayectoria puede y debe reflejarse en libros y en el museo municipal, pero no en un lugar en el que, unos, le homenajean públicamente, pese al dolor de otros.
Para los que piensan que Carranza solo es el nombre de un campo de fútbol, les recomiendo una lectura.
Hace unos días, para celebrar un éxito académico de un amigo, estuvimos comiendo en El Faro. El anfitrión eligió el menú degustación, cuya carta estaba sobre la mesa.
El primer servicio fue una sorpresa. Se anuncia "Cóctel Faro", sin especificar, por lo que esperábamos un plato, tipo cóctel de marisco o similar (por ejemplo, en algunos locales sirven de entrante un cóctel de frutas -al estilo cubano- con algún añadido salado). La sorpresa es que nos sirvieron un Negroni, el famoso cóctel italiano -¿un homenaje a las influencias ligures en Cádiz?-, que, aunque me pareció que el sabor a ginebra predominaba en exceso, estaba bueno.El problema surgió cuando uno de los comensales dijo que no bebía alcohol; el camarero que sirvió el cóctel -que no fue quien posteriormente sirvió el resto del menú-, no supo reaccionar, antes al contrario, dejó el cóctel delante del comensal, mascullando algo así como "bueno, que lo aproveche otro", sin tan siquiera ofrecerle otra bebida alternativa. Lo de menos es, como dijo uno de los comensales, que el compañero se quedara con un "plato" menos del menú, lo lamentable es comprobar que nadie en El Faro haya previsto que alguien que no bebe alcohol, puede solicitar el menú degustación.
El segundo plato también sorprendió, aunque por una razón bien distinta. Cuando llegó la "Banderilla de atún y payoyo" comprobamos que no se diferencia de la que distribuye una conocida empresa de salazones de Barbate. No cuestiono que el atún estuviera macerado en las cocinas del restaurante, pero mantengo que no había mucha diferencia con el de la empresa barbateña. O mejor dicho, sí había diferencia, la servida en El Faro tiene la mitad de producto que las barbateñas.
El tercer platillo, "Molletito de atún en manteca" estaba muy bueno. Lo que ocurre es que lo que sirvieron a cada comensal era un cuarto de "molletito" que, dicho llanamente, se come con un solo bocado (lo que se ve en la foto era para dos comensales).A continuación sirvieron "Almendra y erizo de mar". Una auténtica delicia, en mi opinión, el mejor plato del menú. Una suave crema de almendra, enriquecida con un soberbio helado de erizo, con toques de aceite de oliva. Excelente.
Llegó el turno del "Dobladillo de caballa". Hay muchas versiones de ese montadito que creó Manolo en el bar de la Punta de San Felipe, en todas, incluyendo la de la barra de El Faro, el protagonismo lo tiene la caballa. Excepto en la versión del menú degustación, en la que el dobladillo no lleva caballa. Nos sirvieron un tomate asado, sin piel, sobre una "emulsión" de aceite de caballa y garum. La mayonesa tenía el sabor del aceite de la lata de caballa, pero no había caballa.Tras la sorpresa del "no dobladillo", llegó otros de los mejores platos del menú, "Langostino de Sanlúcar, piriñaca y La Guita". En el plato un langostino al natural, preparado con manzanilla y un leve toque de garum, sobre una suave crema hecha con los ingredientes de la piriñaca. Muy bueno.No creo que el turismo sea un problema falso en Cádiz, es un problema real.
Tampoco creo que se esté insultando, mucho menos agrediendo, a los cruceristas cuando pasean por la ciudad, así que no viene a cuento la amenaza de compañías de cruceros de dejar de atracar en Cádiz.
Creo que, de forma interesada, se han mezclado temas, pues no cabe duda de que, a veces, el exceso de turistas incomoda a los vecinos, mientras que los que se benefician de su llegada y estancia, no solo no ofrecen soluciones, piden más para aumentar sus beneficios. Pero, vayamos por partes.
Efectivamente, hay aglomeraciones por las calles, a veces muchas y muy seguidas, que entorpecen el deambular de los residentes. Pero la solución a ese problema está en manos de los que organizan los paseos por la ciudad. Recuerdo haber participado en una visita caminando por Roma con un guía, que lo primero que nos indicó -y reiteró en ocasiones- es que no nos detuviéramos en calles estrechas y que nunca ocupáramos el centro de la calle. Esa es tarea de los guías. Lo no que pueden hacer los guías es explicar la fachada del Oratorio, ocupando toda la calle Santa Inés, como he visto en más de una ocasión.
El segundo problema que los gaditanos perciben como derivado del turismo es el encarecimiento de la vivienda.
Hay quienes piensan que no hay relación, pero lo cierto es que la subida de precios de la vivienda en Cádiz ha coincidido con el la proliferación de viviendas de uso turístico, que salen del mercado de alquiler a largo plazo. No hay que olvidar que, muy recientemente, se ha publicado que el alquiler medio de un piso en Cádiz está en 945 euros al mes, en una ciudad que mantiene una alta tasa de desempleo y que lleva décadas perdiendo población. Es decir, una ciudad en crisis, cuya vivienda está a precios de economía boyante.
Los pisos turísticos, muchos de ellos no regularizados, han encarecido el mercado, además de provocar problemas de convivencia vecinal: los que están pagando un dinero por tres o cuatro días de vacaciones, no se preocupan de las tareas vecinales -por ejemplo, de la hora de depositar la basura en el bidón, o de respetar el descanso de los vecinos-, mientras que el propietario del piso vive en otra zona de la ciudad o, como ocurre mayoritariamente, en otro municipio, haciendo oídos sordos a los problemas vecinales. Este es un problema real, no tiene nada de falso, como ha constatado el movimiento "Cádiz resiste".
Por eso, y otras cuestiones -como la hostelería, de la que otro día hablaremos-, creo que el turismo es un problema en Cádiz, sin que se haya llegado, de momento, a una situación de turismofobia radical.
El deterioro de la Casa del Almirante avanza, sin que ninguna administración tome cartas en el asunto.
Aunque sea propiedad privada, me parece una irresponsabilidad de las administraciones públicas que no actúen ya. Cuando no quede nada, serán las lamentaciones y, seguramente, las acusaciones entre administración local, autonómica y central.
¿Saben cuántos trenes Alvia han circulado en el mes de julio, entre Cádiz y Madrid y viceversa, con vagones sin aire acondicionado?
Hoy mismo, 19 de julio, cuando todos los medios hablan de la ola de calor, varios coches del tren que tenía que salir de Madrid a las 16,05 -ha salido con retraso-, tenían el aire acondicionado averiado.
¿Cuántas preguntas parlamentarias han dirigido los diputados del PSOE por Cádiz, al ministro sobre los problemas del servicio de trenes ALVIA en el trayecto Cádiz-Madrid y viceversa?
¿Han tratado el tema en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible de la que está adscrita la Sra. Sánchez?
¿Hasta cuando va a permitir el gobierno del estado el mal trato dispensado por RENFE a los contribuyentes gaditanos?
En torno a 1986, 1987, la publicidad decía "RENFE. Mejora tu tren de vida". Como dice Carmen RP, hoy se podría responder, "o te mata de un golpe de calor".
Hace casi cinco años, José Luis Márquez Fernández, al que había conocido como alumno de máster, me planteó que le dirigiera su tesis doctoral.
José Luis, después de una larga vida laboral y tras su jubilación, se había matriculado en la UCA para hacer el máster de Estudios Hispánicos y quería culminar su vocación con el doctorado. El tema que me propuso me interesaba como investigador: estudiar y recopilar los juramentos de la Constitución de 1812.
Se trataba de una investigación compleja, pues no se trataba de analizar solo el protocolo seguido en la jura, nos interesaba, tanto o más, saber dónde y cuándo se juró la Constitución. Hay que tener en cuenta que para que el texto constitucional tuviera plena vigencia debía ser jurado por los españoles, por eso las Cortes constituyentes ordenaron se jurara en todas las poblaciones de la monarquía, en la península y en ultramar, además de corporaciones e instituciones. José Luis ha localizado más de tres mil juramentos en otras tantas localidades, lo que supone que casi el 45% de la población juró la Constitución de 1812, cantidad destacable, pues no se debe olvidar el contexto de guerra en el que los españoles vivían.
La tesis, titulada «Los testimonios de la jura de la Constitución de 1812, archivados según el diario de Sesiones de 1812-1814», ha sido presentada y evaluada, hoy, por un tribunal formado por los doctores Julio Pérez de la UCA, como presidente, Dolores del Mar Sánchez de la UNED, como vocal, y Carlos Fuentes de la U. Camilo José Cela, como secretario, que le han otorgado la calificación de Sobresaliente "cum laude".
En la foto, tras la lectura de la tesis, junto a D. Sánchez, J. Pérez, José Luis y C. Fuentes.
A Carlos Mazón, president de la Comunidad Valenciana representando al Partido Popular, le he venido muy bien la ruptura de VOX con el partido de Núñez Feijóo.
Aprovechando que los de Abascal se retiran por el asunto de los menores inmigrantes, se ha quitado de encima un problema que, por lo que parece, no le dejaba dormir, o, al menos, gobernar como en el fondo le gusta: ha eliminado la Consellería de Cultura, posiblemente, por considerarlo un gasto inútil.
Se me ocurren muchos términos para definir las declaraciones del portavoz de VOX en el Parlamento Andaluz, cuando habla de Lamine Yamal, y los inmigrantes en general, pero me quedo con uno: mezquino.
Por si tiene dudas, uso el término mezquino según la segunda acepción del Dicciionario de la Real Academia.
Ayer, como una actividad complementaria del curso El carnaval como noticia: de La Pensadora Gaditana a Diario de Carnaval, que se está desarrollando en la 74ª Edición de los Cursos de Verano de la Universidad de Cádiz, se presentó, en la Casa del Carnaval, el cartel del próximo congreso de Carnaval.
Conviene recordar que las imágenes escogidas para el cartel son de un año muy significativo en el transcurrir de la fiesta en Cádiz, 1967, el año en el que el ayuntamiento, tras una "peculiar" consulta popular, decidió trasladar las Fiestas Típicas de febrero a mayo. Hubo protestas de los comparsistas y el ayuntamiento, en lo que parece un intento de apaciguar los ánimos, decidó organizar un "homenaje a los comparsistas", en el que se incluyó la famosa estatua de "El Sopa" en San Juan de Dios.
La elaboración del monumento efímero se encargó a tres artesanos locales que ya habían colaborado en trabajos anteriores, Fernando Benítez "Nando", Manuel Peinado y Rafael León.
En el cartel del congreso se muestra cómo se concibió la obra. Una foto de "El Sopa" en San Juan de Dios, realizada por Nando y conservada por su familia, muestra como el artista calculó, mediante cuadrículas, las medidas de la gran figura, cuya elaboración repartieron los artesanos entre tres lugares, las Puertas de Tierra, el teatro Pemán y la antigua Cárcel Real; las piezas se unieron y montaron directamente en la plaza de San Juan de Dios. El resultado fue una espectacular y monumental obra que pesaba casi dos toneladas.
El cartel es una buena muestra del bien hacer de tres artesanos, que como tantos otros de Cádiz, merecen un mayor reconocimiento por los aficionados al Carnaval. En el próximo congreso le dedicamos, a los artesanos de Cádiz en general, una sesión.
El carnaval como noticia: de La Pensadora Gaditana a Diario de Carnaval, es el título del curso que comienza el lunes 8 de julio en el edificio Constitución 1812 de la Universidad de Cádiz, en el que se hablará del papel adoptado por la prensa sobre el Carnaval, ya que los periódicos fueron una de las herramientas que utilizaron quienes querían controlar, cuando no proscribir, las carnestolendas. En la prensa gaditana de los siglos XVIII, XIX y XX, encontramos ejemplos de cómo se fue creando una opinión favorable a controlar y dirigir, primero la fiesta callejera y a las agrupaciones, exigiendo un refinamiento del Carnaval.
Solo a un imbécil e irresponsable, por decirlo con palabras finas, se le ocurre dejar una bombona de butano en plena calle, aunque estuviera vacía, que no se sabe.
Ocurrió anoche, estaba junto al portal nº 8 de la calle Sagasta. Quizás sea pura casualidad, pero se trata de un edificio con apartamentos turísticos. No creo que a un vecino, residente permanente en Cádiz, se le ocurra dejar una bombona junto a la basura, cuando tiene que usar el envase vacío para reponer la bombona.
Teníamos ganas de ir a "Burlesque". Por experiencia, nos gusta esperar unos días antes de ir a un local nuevo, preferimos que coja rodaje, pero hay que reconocer que en esta ocasión hemos tardado más de lo habitual.
La primera impresión fue positiva, consecuencia del trato amable y profesional de las camareras. También buena impresión de la carta, en platos y vinos, pese a que uno de los platos que nos habían recomendado ya no está incluido, ni tenían la primera opción de vino que escogimos, así que nos quedamos con la segunda.
Sobre el menú, pedimos en primer lugar dos piezas de "Flor de alcachofa a la brasa, yema curada y panceta ibérica", un plato que se termina ante los comensales, bien elaborado, sabores equilibrados, nos gustó.
De segundo pedimos para compartir la "Dorada frita envuelta en alga marina". Nos sorprendió la excelente combinación, pues, pese a la fuerza del alga, respeta el sabor de la dorada, muy bueno.
Pero, al menos, en nuestro plato, la dorada no estaba bien limpia de espinas, lo que no sería un problema si la dorada no estuviera envuelta en algas. El problema está, precisamente, en la gracia del plato. Al estar el pescado envuelto en el alga, es casi imposible detectar las espinas, por lo que más de una terminó clavada en el paladar, no fue muy grave, pero sí desagradable. Hay que limpiar con más cuidado el pescado, para evitar percances mayores.
La desilusión vino con el tercer plato, también para compartir, la "Terrina de cordero a baja temperatura y acabado a la brasa con aroma a encina". La imagen del plato era muy apatecible, pero al catarlo todo cambió. Las patatas que acompañaban, de calidad más que mediana, estaban duras. Y el cordero estaba tan salado que tuvimos que dejar prácticamente la mitad en el plato de servicio. Lo comentamos, pero solo obtuvimos las disculpas amables de la camarera, que, evidentemente, no es responsable de los fallos de cocina.
Y un último detalle, el pan. Junto a dos paquetitos de picos, tres rebanadas de un pan anodino, del que solo cogimos una rebanada -de la que más de la mitad se quedó en el plato-, y a un precio excesivo en relación a su calidad.
No fue una buena experiancia, pero tenemos por costumbre dar una segunda oportunidad a los locales nuevos, eso sí, esperaremos otra temporadita antes de volver.