Esta vista de Cádiz, más producto de la imaginación del dibujante que real, o quizás producto de la descripción que le hicieron de la ciudad, podría asimilarse a una Nueva York de principios del siglo XIX.
El dibujo es de Rix, el grabado de H.R. Cock, y está fechado en 1832. Seguramente es anterior, al menos el dibujo.
Durante once días el estado de Israel ha manifestado que se estaba defendiendo de los ataques del estado de Palestina. Parece que para Israel ha sido una defensa desesperada, de ahí los resultados en víctimas, 13 muertos en Israel y "solo" 248 en Palestina.
Frente al lanzamiento de cohetes de Hamas, el estado de Israel ha bombardeado de forma sistemática el territorio palestino, según la propaganda israelí, todos los objetivos eran militares y estratégicos, como se puede constatar en las datos que hoy mismo ha dado TVE: 18.000 viviendas bombardeadas, 800.000 personas se han quedado sin agua potable, el 60% del tendido eléctrico ha sido destruido, y, para que no queden dudas de cuales son los verdaderos objetivos del estado de Israel, 50 colegios han sido gravemente dañados, además de la universidad.
Con absoluta impunidad, gracias a la protección de Estados Unidos y la absoluta inoperancia de la ONU, Israel lleva desde 1948 desoyendo los mandatos de las Naciones Unidas, como se puede comprobar en este enlace.
Pero es que los incumplimientos comenzaron incluso antes de la existencia del estado de Israel. Se trata de la resolución 181 de la Asamblea General, de noviembre de 1947, que establecía el Plan de Partición sobre el futuro gobierno de Oriente Medio y la formación en Palestina de sendos estados árabe y judío independientes, y un régimen internacional especial para Jerusalén. Desde entonces, Israel ha ido arrebatando territorios palestinos por la fuerza, hasta dejar reducido al pueblos palestino a poco menos del 10% del territorio que le correspondía, como se puede comprobar aquí.
Y así seguirá el estado de Israel "defendiéndose" de los palestinos, mientras las Naciones Unidas siguen demostrando su inutilidad.
Calle Enrique de las Marinas. Entre la primera foto y la última, apenas cinco minutos.
Leo en Diario de Cádiz que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz "proyecta" ampliar el paseo de Canalejas hasta el cantil del muelle. Y, también leo, que los técnicos de la Autoridad Portuaria se han puesto en contacto con los de urbanismo municipal para llegar a un acuerdo. En resumen, que Teófila Martínez -que preside la Autoridad Portuaria- y Martín Vila -concejal delegado de Urbanismo-, han llegado a un acuerdo para el desarrollo de tan interesante proyecto.
Lo que ninguno de los dos protagonistas -Teófila y Martín- dicen es que esa idea, ese proyecto, tiene más de quince años. Martín, posiblemente, por ser muy joven no lo recuerda. A Teófila, aunque lo recuerde, no le interesa decir que lo que se está proponiendo es un proyecto del PSOE, más concretamente, de Rafael Román, candidato a la alcaldía en 2007.
Las imágenes son del proyecto presentado por el PSOE/Román en la campaña electoral.
"... y la antigua capital comercial de España...", es lo que dice la leyenda de esta grabado que, aunque esté fechada su edición en 1803, es evidente que el plano de la ciudad es anterior.
La leyenda completa pone: "Cádiz. La capital de Andalucía y la antigua capital comercial de España, está situada en el extremo norte de la isla de León y rodeada por una fortificación irregular, pero su mejor defensa son los rompeolas por los que está casi rodeada. Latitud 36,30 norte, longitud 6,40 oeste de Londres".
En 1989, los profesores de las áreas de conocimiento de Historia Moderna e Historia Contemporánea de la Universidad de Cádiz, decidimos crear una revista de investigación a la que nominamos Trocadero, como reconocimiento a ese lugar, tan importante en la historia económica de la bahía y provincia de Cádiz. Convertida, años después en la revista del Departamento de Historia Moderna, Contemporánea, de América y del Arte, se ha hecho un hueco científico entre las revistas académicas de historia en España, Europa y América.
Acaba de salir el número 32, una edición extraordinaria que es un homenaje a tres compañeros, y amigos, recientemente retirados de la docencia: Manuel Bustos, Juan Ramón Cirici y Fernando Pérez Mulet.
El jueves pasado, tras la petición que el Comité de Empresa de AIRBUS trasladó a Luis Lafuente, director de la Escuela Superior de Ingeniería, y por sugerencia del rector, Paco Piniella, acudí a la concentración de los trabajadores a las puertas del muelle de La Cabezuela, para hablar de la importancia que, históricamente, han tenido los vínculos entre la industria y los muelles.
Fue para mi un honor participar en la concentración con los trabajadores, en la que comenté, brevemente, que al menos desde finales del siglo XVI, se ha entendido la bahía de Cádiz como una unidad estratégica desde el punto de vista económico, que el Trocadero se interpretó como un centro neurálgico de comunicaciones y embarque de mercancías, función que se consolidó cuando Cádiz consiguió, primero el privilegio del Tercio de Frutos en la Flota de Indias y, posteriormente, el monopolio del comercio con América y el traslado de la Casa de Contratación. En el Trocadero y Matagorda, además de ser el lugar de embarque de las mercancías, se desarrolló una importante actividad económica, como se constata en un plano de 1792, que informa de las instalaciones existentes: muelles y almacenes, carenero, herrería (o ferrería), es decir, industria del metal, además de oficinas y almacenes del Consulado de Indias, de la Compañía de Filipinas y de la Compañía de La Habana, lo que, por otra parte, provocó el asentamiento de población, mayoritariamente, familias de los trabajadores de dichas instalaciones.
El desarrollo en el siglo XIX es más conocido, cuando se proyectó que el ferrocarril llegara al Trocadero para facilitar el embarque de los vinos jerezanos y, sobre todo, cuando empresario gaditanos decidieron crear un importante carenero de vapor, que no dudaron debía instalarse en el Trocadero y se inauguró en 1846, posteriormente convertido en Factoría de Matagorda, que en 1863 tenía, además del carenero, talleres carpintería y pintura, fraguas, almacenes y, por supuesto, muelles, con una importante actividad que volvió a reforzarse con la instalación, en 1878, del astillero de Antonio López y la Compañía Trasatlántica.
En el primer tercio del siglo XX la importancia de la zona volvió a destacarse cuando se buscaban soluciones a una crisis. La construcción de puerto de Cádiz y la necesidad de mejorar las infraestructuras y comunicaciones, no ocultó que el desarrollo de la ciudad y bahía pasaba por la unión con en el Trocadero, como se constata con el primer proyecto de construir un puente que uniera Puntales y el Trocadero.
Tras la guerra, la administración de la dictadura franquista, volvió a plantear la importancia del Trocadero y Matagorda como punto neurálgico, con los proyectos, de Antonio Durán que, además del puente, planteó una aeropuerto internacional y una gran puerto de usos militar y comercial. Solo se construyó, como es sabido, el puente Carranza, inaugurado en 1969, que se unió, cuatro años después a la autopista Cádiz-Sevilla.
En ese contexto, en 1970 a través del ACTUR, comenzó la urbanización del Río San Pedro. Y en 1975 los denominados "fondos estructurales" para la industrialización favorecieron la llegada a finales de la década de la General Motors.
En 1981 se planteó la unión de los puertos de la bahía bajo una dirección, lo que se ejecutó al año siguiente, quedando una Autoridad Portuaria que coordina cuatro dársenas: la de Cádiz, para pasajeros, comercial y pesca; la de El Puerto de Santa María, de pasajeros y pesca; la de la Zona Franca, comercial; y la de La Cabezuela, comercial e industrial. Como consecuencia de esta reestructuración, enseguida se ejecutaron obras de ampliación y mejora en La Cabezuela.
Y coincidiendo cronológicamente con las obras, en 1985 surge la ZUR de la Bahía de Cádiz. Convertida la bahía en Zona de Urgente Reindustrialización, y con la ayuda del PADE (Programa Andaluz de Desarrollo), en su informe, la ZUR proponía potenciar la instalación de empresas e industrias dedicadas a la Acuicultura, Alimentación y derivados y Automoción y transportes, destacando también el informe la importancia del Polígono de Matagorda y Trocadero por las infraestructuras existentes (muelles y autopista) y la cercanía de los mercados europeo (CEE) y mediterráneo. Así llegó a la zona, en 1988, la industria Aeronáutica.
Para terminar de consolidar ese potencial se proyectó a finales del siglo XX el desarrollo de Las Aletas como centro logístico del triángulo Algeciras, Jerez, Cádiz, a lo que deberían contribuir los proyectos ligados a los Fondos FEDER, entre los que falta uno que se consideró ya esencial a fines del siglo XIX y principios del XX, y que si se hiciera daría gran fortaleza a la economía provincial: el ferrocarril de las dos bahías, la unión ferroviaria de las bahías de Algeciras y Cádiz, que serviría, también, para favorecer la permanencia de industrias como AIRBUS en Cádiz.
AIRBUS no puede cerrar, su pérdida supondría, no solo una nueva sangría laboral, también el deterioro del potencial estratégico y económico de la bahía gaditana y la provincia. Por eso hay que decir bien alto ¡AIRBUS NO SE CIERRA!
Curioso grabado de un Cádiz romántico, imaginado, "Le reveil de la nature: Cádix".
Aunque se titule "despertar", más parece una puesta de sol, que un amanecer, aunque cada uno puede interpretarlo como quiera.
Curioso también el vestuario de los personajes, aunque el grabado está realizado hacia 1850, la pareja, sobre todo el hombre, lleva un vestuario más propio del siglo XVII, quizás comienzos del XVIII. El de los marineros parece más cercano a la fecha de la estampación.
Curioso grabado, para vista óptica, de lo que se supone es la Alameda de Cádiz y su puerto-bahía, en 1761, publicado en Londres.
Al leer en Diario de Cádiz que el grupo musical Vetusta Morla anuncia que participará en Cádiz en el ciclo "Música del Mar", y que su actuación será en "la antigua estación de tren", vuelvo a recordar que hace un montón de años, en un ciclo de conferencias sobre arquitectura organizado por la extinta Cátedra Municipal de Cultura "Adolfo de Castro", el historiador de la arquitectura, Pedro Navascués, propuso convertir la antigua estación en un auditorio para conciertos.
La antigua estación lleva años desaprovechada y convertirla en una gran sala de conciertos, para todo tipo de música, incluido el Carnaval, sería muy bueno para la ciudad. Incluso el proyecto de centro gastronómico que se anunció hace años, del que solo hay una pancarta, no sería incompatible con su reconversión en auditorio.
Y si, además, se derriba el edificio de la Aduana, la plaza de Sevilla con el Palacio de Congresos, el auditorio en la vieja estación, el puerto, la estación autobuses y la de ferrocarril, recobraría su valor como centro neurálgico de la ciudad.