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sábado, 4 de febrero de 2012

Gastos del Batallón Infantil

Suelo leer la tarde del sábado los comentarios que realizan algunos lectores a mi columna en Diario de Cádiz, que se llama igual que este blog, "Calle Ancha". En un elevado porcentaje son contrarias a mi opinión y tienen un tono agrio. Pero hoy un lector que firma como  "Cabo primero", tras considerar que no debo opinar, que no tengo derecho a expresar libremente lo que pienso -"¡¡ Tiene guasa que escriba quien tiene que callar ¡¡", dice, me dice-, me hace una pregunta que, por si también lee el blog, trataré de responder.
Me pregunta, en primer lugar: "¿Se acuerda Ud los gastos de la Comision de Fiestas cuando iba Ud y sus hermanos en el Batallón Infantil de la nieta de Franco?". Debo aclarar, en primer lugar, que en el Batallón Infantil sólo estuvimos mi hermano José María y yo, y hemos hablado esta mañana y, ni él, ni yo, participamos en esa época en la elaboración de los presupuestos municipales, ni siquiera en los del batallón Infantil, quizás porque por entonces apenas teníamos 12 y 10 años respectivamente, y, pese a nuetro interés en ayudar al engrandecimiento de Cádiz y sus fiestas, no nos dieron esa responsabilidad.  
La segunda pregunta -"¿Y quienes la organizaban?"-, sí me la sé. El ayuntamiento, a través de la Comisión de Fiestas que presidía Carranza, dirigía Vicente del Moral y en la que colaboraba, entre otros, nuestro padre.

2 comentarios:

  1. Las preguntas suenan más que a opinión por opinar a envidia malsana, a rencor podrido, de ese que nos sobra en este pais acomplejado y lleno de prejuicios. Me suena más al comentario de esos vecinos que te delataban frente al Consejo de la Inquisición por algún odio, envidia o desplante personal del injuriado. Me suena a esa gente de baja ralea que usa determinados temas de una sensibilidad terrible para su medro, venganza, incluso desahogo de sus propias frustaciones. Pero que luego cuando ven al enemigo cerca son capaces de tirar la bufanda a la alcantarilla, como hiciera Torrente, si. Si, serían capaces de quemar en la hoguera a un niño de diez años, o de doce. Si eso les hiciera sentirse mejor a ellos. O a su "causa". No puedo con ellos...

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  2. los rencores son propios de los que carecen de sosten espiritual, del alcance del intolerante es buena muestra su seudonimo.

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