En esta semana que termina se han producido tres noticias inquietantes para Cádiz, tres noticias que, si las sumamos a las cifras de paro que siguen aumentando, revelan un panorama sombrío para la economía de la ciudad. Dos de las noticias a las que aludo tienen un mismo signo y semejantes consecuencias sociales, pues se refieren a dos empresas concesionarias de servicios municipales que han tenido que abandonar sus prestaciones al ayuntamiento gaditano por los impagos y deudas acumuladas por el consistorio.
En el primer caso, la situación de impago ha obligado a la empresa “Manuel García Ramírez” a dejar la limpieza de cuatro edificios municipales, una decisión que puede afectar al futuro de la propia empresa y a unos diez trabajadores, según el sindicato Autonomía Obrera, que también ha denunciado las consecuencias de posible insalubridad que afectaría a trabajadores municipales y usuarios de centros como la Biblioteca Celestino Mutis, el Centro de Asuntos Sociales de la calle Zaragoza, el Centro de Asuntos Sociales UTE Barriada de la Paz y el Edificio Amaya. Por otra, la empresa “Martín Casillas”, que en los últimos años ha tenido importante presencia en las calles de la ciudad, realizando para el ayuntamiento calas, canalizaciones y labores de mantenimiento urbano, ha renunciado oficialmente a continuar prestando esos servicios por la deuda que el consistorio mantiene con la empresa. En este caso es difícil comprender cómo se ha llegado a acumular la deuda, si tenemos en cuenta que el ayuntamiento cobra a los particulares las obras que solicitan y se ejecutan en las calles; pero, al parecer, ese dinero, que entra en la caja municipal, no se ha usado siempre para pagar a la empresa concesionaria. Como era previsible, el portavoz municipal ha intentado rebajar la alarma indicando que se están buscando soluciones para que sigan las tareas de mantenimiento, aunque sin indicar cuando se abonarán las deudas.
Pero es posible que no haya hablado de un calendario de pagos, porque conocemos el informe de la tesorera municipal al último pleno que revela que, en el año 2011, el ayuntamiento tardó una media de 565,48 días en pagar a los proveedores municipales, acumulando, según informaba Pedro Espinosa en El País, 7.416 facturas que han superado con creces el período legal de pago, establecido en 55 días; esas siete mil facturas suponen más de sesenta y dos millones de euros.
Mientras tanto, la portavoz socialista, Marta Meléndez, informaba que en el mes de diciembre el Gobierno Municipal transfirió a Cádiz Conecta ciento diez mil euros, sumando un total, en el año 2011, de casi un millón y medio de euros a la empresa encargada de las pantallas LED, Cadizbook y otros servicios digitales de “información” municipal; y que Onda Cádiz recibió en el pasado año tres millones y medio de euros. Sin duda, cuestión de prioridades.
Publicado en Diario de Cádiz, 4 de febrero de 2012
Casi cada día, a las 6:45 de la mañana, cuando aún es de noche, paso por la pantalla de vídeo de la Plaza de Sevilla.Entre anuncio y promoción, sale este mensaje "Esta pantalla no le cuesta dinero al Ayuntamiento". Pensando en cual podría ser la respuesta al afán por insistir en lo que se dice que no se paga, ya la he encontrado: la respuesta es: Ja, ja, ja.
ResponderEliminarAhora vendría la pregunta de quienes son los que hacen negocio con este dinero público, que no sobra.