Ha hecho muy bien la edil socialista Natalia Álvarez en recordar que la confitería "El Pópulo" tiene una protección etnológica especial en el Plan General de Ordenación Urbana de Cádiz (PGOU), está recogido en el Subcatálogo de Elementos Etnológicos Protegidos, con el código EPE2-PCC-02, que recoge las características del establecimiento, lo data de 1889 y establece, como actuación preceptiva -es decir, obligatoria- que el local conserve "mantenimiento del uso relacionado con el comercio de confitería o, en su caso, la preservación del mobiliario y la antigua maquinaria".
A la iniciativa de la concejala del PSOE en el ayuntamiento de Cádiz, se han sumado otras formaciones políticas y colectivos ciudadanos, lo que también es positivo, pero, vistos otros antecedentes, cabe dudar de que la actuación preceptiva que indica el PGOU se cumpla. Veamos algunos ejemplos.
En el mencionado Subcatálogo... y con el código EPE2-PAE-01, está recogido el "Taller de Encuadernación de Ramón García", en la calle Beato Diego de Cádiz, nº 2 (aunque el Subcatálogo indica nº 4) y fechado en 1910. Hace tiempo desapareció el taller de encuadernación, fue un puesto de venta de prensa y actualmente un taller de reparación de calzado. A simple vista no queda ningún mobiliario ni herramientas relacionadas con la encuadernación.
En la calle Montañés nº 7 estaba "Fotografía Dubois", que recoge el Subcatálogo... con el código EPE2-PAF-01. El local está vacío, tampoco queda nada relacionado con una historia que se remonta a 1884.
Algo similar ocurre con el antiguo "Ultramarinos Barreda", abierto en 1894 y que está en el Subcatálogo... con el código EPE2-PCU-03. Si es cierto que la dedicación actual tiene que ver con la gastronomía, tampoco se observa que se haya conservado mobilirio y útiles relacionados con los antiguos ultramarinos.
Son algunos ejemplos, hay más, que, desgraciadamente, no invitan a ser optimistas con el futuro de la confitería El Pópulo. Solo cabe un atisbo de esperanza: que el gobierno municipal nos sorprenda e intervenga, herramientas legales tiene a mano.
Me enteré por la prensa local.
ResponderEliminarEs muy lamentable. Se debería valorar y conservar las esencias de nuestras ciudades, de lo tradicional, lo que está protegido. Mi abuela ya nos hablaba de estos comercios. Hay que respetar estas cosas, no todo puede valer y pisotearse. Gracias por el apoyo y el rigor histórico que nos aporta.
Un cordial saludo.