Pablo Casado está en lo que hay que estar, no como el resto de los políticos españoles, ni mucho menos como los miembros de ese gobierno presidido por Pedro Sánchez y elegido democráticamente, aunque eso es una minucia, pues, como bien explica el sin par Casado, el voto no legitima al gobierno socio-comunista.
A lo que iba, a lo importante. Pablo Casado, que se preocupa por los españoles, no como la banda de Sánchez, Iglesias y compañía, ha dado en el clavo hoy: lo importante no es la situación política, ni la pandemia, ni la crisis social..., lo importante es que el presidente del gobierno no le ha deseado feliz Navidad a los españoles, a esa raza imperial y católica que son los nacidos en España.
Como se sabe, Pablo Casado es licenciado en Derecho y máster en nosecuantascosas, lo que realza su trayectoria intelectual. Por eso es capaz de concluir, el solito, que España entera es un país cristiano, que todos los españoles son fieles cumplidores de los preceptos de la religión católica, un ligero matiz que se le ha escapado al líder peperiano, que no es lo mismo ser cristiano católico, que ortodoxo, anglicano..., pero, pelillos a la mar.
Casado, con tantos estudios y másteres, lo tiene claro, España es cristiana. Por eso no tiene mayor importancia que, cuando se impartían las clases de Derecho Constitucional, estuviera, seguramente, mirándose al espejo en el baño de la facultad, y no se enteró de que el artículo 16 de la Constitución de 1978 dice que “Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos..." y lo que es más importante, en su punto tercero establece que “Ninguna confesión tendrá carácter estatal”. En definitiva, que España es un país aconfesional, por lo que ni la católica, ni ninguna de las confesiones cristianas son obligación de mención por el presidente del gobierno.
Que Casado quiere felicitar la Navidad, que lo haga, pero que no lo exija como una obligación patriótica, ni a Sánchez, ni a nadie.
Permítame ofrecerle el título de "Adalid" de la fina ironía, si bien denoto cierta envidia en cuanto a los títulos y másteres que su excelencia Casado a sabido conquistar tenazmente, con codos sobre la mesa, noches en vela y ………………………………………………………………….su afiliación en el partido adecuado (Este final se puede emplear como remate de cuplé de callejera y/o ilegal).
ResponderEliminar¡¡Casado, cierra, España¡¡