Cuando repetimos, siguiendo fundamentalmente a Caro Baroja, que sin el Cristianismo es imposible entender el Carnaval, hay gente que lo duda, cuando no lo cuestiona y lo rebate, aunque con pocos argumentos.
Pero no hay duda, el Carnaval, los tres días de Carnaval -domingo, lunes y martes, antes del Miércoles de Ceniza- son días de preparación para la Cuaresma, de excesos, que sirven como desquite para las restricciones cuaresmales.
Por si caben dudas, conviene recordar que ya lo dijo el papa Benedicto XIV, en una Pastoral publicada cuando era Cardenal Arzobispo de Bolonia: hay dos caminos de preparación para la Cuaresma, el de la Iglesia y el del "mundo", camino mundano que no es otro que "el Carnaval o Carnestolendas".
La cita la he tomado del Memorial Literario, instructivo y curioso de la Cortes de Madrid, 1784.
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