Una de las visitas que quería hacer en Copenhague era al famoso Kastellet, una fortificación construida a partir de 1626, de la que conocía un dibujo que me recordaba al gaditano fuerte de Santa Catalina.
En la entrada del Kastellet -que esté muy cerca de la famosa Sirenita-, hay un altorrelieve con el plano de la fortificación, que si lo comparamos con el plano de Santa Catalina -recortado de uno mayor de 1724-, se constata el parecido.
La fortificación danesa es más grande y, aparte de tener uso social -como parque público y lugar de paseo- y cultural -destaca un concierto anual del Ballet Real de Dinamarca-, todavía tiene funciones militares.
Lo más sorprendente es ver que las laderas de sus murallas están cubierta de un cuidado cesped, en el que hay algunos cañones históricos, junto a bancos para los paseantes y, periódicamente, una patrulla militar que cuida el recinto, llamando la atención, muy educadamente, a quien se excede o se sale del camino establecido.
En la última foto, la entrada principal al Kastellet.
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