Si hace meses la ministra de trabajo, Fátima Báñez, se encomendaba a la Virgen del Rocío para salir de la crisis, ahora es el ministro del Interior, Fernández Díaz, el que recurre a santa Teresa para que, milagrosamente, nos ayude en los "tiempos recios" de la crisis: "estoy seguro de que en estos momentos estará siendo una importante intercesora para España en estos tiempos también recios que está atravesando", ha dicho el ministro en FITUR, refiriéndose a la santa de Ávila.
La postura de Fernández Díaz es más ortodoxa con el proyecto peperiano de retorno al franquismo. No se debe olvidar que el propio Francisco Franco, tras la toma de Málaga, logró que la Iglesia le cediera el brazo incorrupto de santa Teresa para que le ayudara en la conducción de España, y en su dormitorio estuvo el brazo hasta la muerte del dictador.
Con Fernández Díaz, como con Franco, el destino de España está en manos, mejor en el brazo incorrupto, de la santa.
A lo largo de estos dos años, hemos tenido la oportunidad de comprobar como la persona que ejerce el Ministerio de Interior está muy por debajo de lo que requiere el cargo. Ni siquiera está al corriente de lo que pasa en el País Vasco, ni de cómo funciona la Policía ni la Guardia Civil. Me resisto a creer en que el partido gobernante ampare este tipo de disparatadas declaraciones, aunque es verdad que tampoco las censura.
ResponderEliminarSi España estuviera en manos de Santa Teresa, estoy seguro de que las prioridades de gobierno de la Santa serían otras.