Ahora, las andaluzas

Ha dicho el presidente Griñán que hay tiempo para remontar en Andalucía y lo han repetido otros dirigentes del PSOE andaluz. La remontada es bastante difícil, tanto que hay quien dice que Felipe González está ya buscando apartamento en Honolulú, donde dijo que se marchará si los socialistas pierden el gobierno andaluz en marzo.
Y es que el problema no está en batir al optimista Partido Popular de Javier Arenas, el problema del PSOE es interno. Basta con recordar la que se lió en la elaboración de las listas al Congreso de los Diputados, con la victoria pírrica de González Cabaña, -que, tan escurridizo como siempre, ha sabido explicar la diferencia que hay entre los dos escaños perdidos, uno por razones técnicas, otro por motivos políticos, así que no pasa nada. La fractura en el PSOE gaditano -hecha realidad con el cese de Gabriel Almagro y la dimisión de Luis Pizarro-, parece, en estos momentos, irreparable, como constata el primer rifirrafe que se está produciendo en la elaboración de las listas al parlamento andaluz. Las diferencias entre la dirección regional y la provincial son muy evidentes y hay pocos visos de que lleguen a un acuerdo real que estabilice al partido.
El PSOE está en período de recomposición, tiene que buscar un líder nacional, elegirlo en un Congreso que se celebrará, al parecer, en Sevilla en febrero. E inmediatamente, llegarán las eleccioes andaluzas. Si no hay generosidad, y en el caso gaditano no se intuye, mal lo tienen los socialistas, pese al obligado mensaje optimista de Griñán.