Hace poco más de un mes falleció Juan Manuel Fernández-Pujol.
Ayer, cuando fui al mercado, me encontré con la grata sorpresa de que sus acuarelas, con edificos gaditanos señeros, había vuelto, un año después, a sus paredes. Un merecido homenaje al gran artista, que donó una amplia obra de acuarelas sobre la Cádiz.
Pasear por el exterior del mercado, contemplándolas, es un placer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario está pendiente de moderación