A pesar de que el casco antiguo de Cádiz está prácticamente saturado, con zonas que triplican los datos que esgrime la Junta de Andalucía, la administración autonómica va a recurrir el acuerdo municipal que trata de frenar el exceso de VFT (Viviendas con fines turísticos) en la ciudad.
Es llamativo que la Junta se preocupe por la decisión municipal, mientras no vigila la proliferación de solicitudes, que se pueden realizar vía telemática sin ningún control: se pueden inscribir VFT en pisos sin las condiciones requeridas, locales y espacios que carecían de la preceptiva licencia municipal para hacer obras de reforma y adecuación para convertirlos en viviendas, es decir, se han inscrito pisos turísticos inexistentes.
Por otra parte, el argumento usado por la Junta para recurrir el acuerdo municipal, se puede usar del revés: es necesario limitar las viviendas con fines turísticos por que afectan a la libertad para comprar pisos, puesto que los promotores de VFT, en muchas ocasiones fondos de inversión o empresas con negocios inmobiliarios, favorecen el encarecimiento de los pisos y "propician el cierre del mercado" para los ciudadanos corrientes.
Y creo que una administración pública debe pensar antes en el bien común, que en el enriquecimiento de unos pocos.
La imagen de entrada es la que usó "Calle viva" para denunciar, el pasado 9 de marzo, que en esa fecha había en Cádiz 2040 VFT. En la actualidad hay 2.341, según informa Diario de Cádiz.
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