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sábado, 20 de marzo de 2021

Pepe Manteca

A finales de 1988, con el respaldo de Pepe Joly Palomino y la coordinación y empuje de Lalia González Santiago, Diario de Cádiz inició la publicación de un suplemento cultural en el que, junto a tres compañeros y amigos -José Antonio Hernández Guerrero, Juan Ramón Cirici y Alberto González Troyano-, comencé a colaborar.

Una de las secciones la titulamos "Tributo a la memoria" y, si no recuerdo mal, por encargo de los compañeros, la inicié con una serie de artículos dedicadas a los ultramarinos y tabernas. El primero lo titulé "Las tiendas de montañés" y, como en los otros de la serie, primero dedicaba unos párrafos a referencias históricas y su evolución en el tiempo, centrándolo finalmente en un ejemplo contemporáneo. No tuve ninguna duda al escoger el ejemplo y su protagonista: Pepe Ruiz Calderón "Manteca" y su ultramarinos de San Félix y Corralón.

Diario de Cádiz, 28 de mayo de 1989

Aunque Pepe nació en Cádiz, su padre Lorenzo Ruiz Manteca, llegó de la montaña con siete años, de la mano de su tío, José Manteca, para trabajar en su ultramarino y, tras pasar por varios establecimientos, primero como chicuco, después como dependiente, pudo abrir su propio tienda, con círculo gallístico, cerca del mercado central. Posteriormente, en 1953, "Casa Manteca", que años después comenzó a regentar Pepe Manteca imprimiéndole su personal estilo, convirtiendo la taberna en un rincón inapreciable para beber un buen vino y la tertulia.

En Casa Manteca he pasado momentos inolvidables, he conocido a todo tipo de gente, pero, de todos esos ratos, me quedo con las charlas con Pepe en la mesa cuadrada de la taberna, mientras Pepe ejerció de almacenero y tabernero, y en el extremo del mostrador, cuando ya retirado pasaba cada día un rato por su tienda. De vez en cuando, iba a verlo y a beber un amontillado mientras conversábamos. 

La última vez que fui, Pepe se acababa de marchar para casa y después llegó el confinamiento. Hacía tiempo que no lo veía, pero las conversaciones, su acogimiento y su amistad quedarán siempre en mi memoria.   

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