Cuando paseamos por la Alameda, desde la muralla de San Carlos hasta el baluarte de La Candelaria, posiblemente, la belleza del lugar y el paisaje hace que no nos fijemos en el mal estado de la balaustrada, las farolas y los bancos. Y debe ocurrirle lo mismo a los responsables del mantenimiento y del ayuntamiento.
Las fotos son de hoy.
Menos mal que no esperamos al romántico Lord Bayamón nos visite en esta época.En la que estuvo, presuntamente el actual regidor sería un mozo de cuerda.
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