Las declaraciones de Pablo Iglesias Turrión, comparando a Puigdemont con los exiliados republicanos de los años cuarenta del siglo pasado, son incomprensibles y, en mi opinión, absolutamente rechazables.
Ni tan siquiera se pueden justificar arguyendo que fue el periodista quien planteó la cuestión, la respuesta razonable era decir que no, que no son comparables, sencillamente, por que no se puede comparar el exilio de los que tuvieron que salir de España huyendo de un régimen fascista, de un dictador que los iba a asesinar, con la huida de Puigdemont. No entro en opinar sobre lo ocurrido en Cataluña, solo digo que no son situaciones comparables.
Es difícil saber qué razones llevaron al vicepresidente del gobierno a realizar esas declaraciones. Posiblemente sea puro electoralismo, lo que es seguro es que le vence el afán de protagonismo. Pero, en cualquier caso, lo que me sorprende es el seguidismo de muchos militantes de su partido, que aceptan cualquier comentario de Iglesias como un dogma indiscutible. Más que un líder, parece un papa hablando excátedra.
ResponderEliminarHola Alberto, no sé cuántos comentarios habrá sobre esta entrada tan sustancial como profunda. Yo suscribo de la A a la Z su contenido. Mi modestito aplauso lo tienes y ojalá pueda leer más parecidas a esta. Soy de las que se expresan respetuosamente sobre temas que resultan de interés general, como este, ni más ni menos.
Gracias por la reflexión.
Saludos.
Sin lugar a dudas en este caso, actúa de forma inapelable el refranero español: todas las comparaciones son odiosas.El sr Iglesias afortunadamente,no es historiador.En este ocasión,una opinión de un personaje histrionico en su vida pública,Puede que solo le preocupen sus verdades, con el propósito de falsear los hechos de la historia.Puigdemont no es precisamente Alexey Nanalny, el único riesgo que corre en Bélgica, es por una intoxicación de moules frites.
ResponderEliminarpues sí es comparable, y déjense ya de hipócritas rasgaduras de vestimentas. es comparable en cuanto que ambos son sujetos de persecución política.
ResponderEliminarJesús, aun en el supuesto de que ambos fueran sujetos de persecución política, comparar la salida de Cataluña de Puigdemont para evitar un juicio en un marco constitucional, con la de los exiliados republicanos huyendo de la represión fascista, es reducir el exilio republicano a la inanidad.
ResponderEliminarPrimero.
ResponderEliminarUn exiliado es un expatriado por motivos políticos.En España una democracia europea eso no existe.Su héroe es únicamente un forajido.
Segundo.
Los exiliados republicanos defendieron a un gobierno y un sistema legítimo, contra un golpe de Estado encabezado por civiles y militares,Sus motivos, una vez perdida la guerra están muy claros para exiliarse. Cuestión de supervivencia.
Tercero
No se que pinta aquí la hipocresía como argumento de algo.Segun la RAE Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan. Puede que fuera una referencia intelectual a Onan, como ideólogo,
Cuarto.
El “exiliado” en cuestión no estuvo en el servicio público,sino al servicio exclusivo de su visión e interés políticos.La utilización y medios y finanzas públicas para sus objetivos. Y al final proclamó una republica de opereta y se arrepintió.Hipocrita quizás?.O dosis de totalitarismo?.
Quinto.
Como un personaje de la pradera de una novela de McCarty emprendió la huida y en condición de honorable, acompañado de un funcionario autonómico o quizás dos.
Fin de un relato donde como verán, no procede rasgarse las vestiduras por tan pueril historia personal;que quieren vincular a la un honorable pueblo como el catalán.