No pretendo generalizar, estoy convencido de que no todos son iguales, pero se debería exigir un mínimo de rigor para explicar rutas históricas ante crédulos turistas.
Ayer, a la altura del Oratorio, escuché decir cosas como las siguientes: se nombró un gobierno provisional que decidió convocar Cortes, para lo que mandó un mensaje a América "a los territorios ocupados y no ocupados, incluso a las colonias" (sic) para que mandaran representantes para unas Cortes constituyentes. Y así en septiembre de 1810 comenzaron las Cortes, en principio en San Fernando, pero como en 1810 "los franceses estaban en Chiclana", hubo guerra, en 1811 se produjo la batalla de Chiclana, y entonces los diputados vieron que San Fernando no era seguro y se vinieron a Cádiz.
Como relato no queda mal, el problema está en la imprecisión, en la falta de rigor.
¿A qué se refería el guía turístico cuando hablaba de territorios "ocupados y no ocupados, incluso a las colonias"? Las proclamas y mensajes de la Junta Central, primero, de la Regencia, después, se enviaron a las colonias españolas en América, y fue a esas colonias a las que les pidió enviaran diputados. No cabe distinguir entre territorios ocupados y no ocupados.
Y sobre las causas del traslado de las Cortes a Cádiz, conviene señalar que no solo había franceses en Chiclana, también estaban en Puerto Real, en El Puerto de Santa María, y junto al puente Suazo...
También que sobre el traslado de las Cortes a Cádiz ya se informó en sesión del 28 de noviembre de 1810 de que una comisión estaba buscando un edificio adecuado en Cádiz, y el traslado en sí mismo se comenzó a discutir en enero de 1811. Por fin, el traslado se produjo entre el 22 y el 24 de febrero de 1811, mientras que la batalla de Chiclana comenzó el 5 de marzo de 1811.
Es evidente que, si ya a finales de noviembre de 1810 se estaba pensando en el traslado, la causa no fue la batalla de Chiclana
Las causas del traslado, más que la guerra, fueron materiales: en sesión del 10 de enero de 1811, el diputado Villafañe señaló que en la Isla de León no había buenos alojamientos, ni mesones, ni bibliotecas, para uso de los diputados, y este fue el argumento que decidió a sus señorías para trasladarse a Cádiz.
Si yo te contará las barbaridades que he escuchado. La más grande de todas que Cádiz fue fundada por cartagineses, herederos de los tartessicos, que se habían quedado "con los barcos y la cultura" de la Atlantida. Y tan pancha la señora.
ResponderEliminarY como eso, cien patrañas y chascarrillos elevados a la condición de relato histórico. A veces les escucho en la calle Ancha explicando a los turistas el motivo de lanforma convexa de los herrajes de los balcones y me sonrojo.
ResponderEliminarCasualmente hace dos días un guía decía a los turistas a mi paso por la plaza de San Antonio: " esta es la plaza mayor de Cádiz porque cada vez que tenemos que hacer algo con mucha gente, los metemos aquí". Literalmente, con esas exactas y rigurosas palabras se expresaba el guía.
ResponderEliminar¿Este Carlos Aranda es el que dijo que cualquier historiador objetivo sabe sobradamente que Ramón de Carranza no era franquista?
ResponderEliminarSí, ese mismo es Carlos Aranda, el que afirma que Ramón de Carranza era monárquico y, como muchos otros, imaginaba que la sublevación de 1936 restauraría la monarquía. Ese Carlos Aranda que lo escribe en la prensa firmandolo con su nombre y acompañándolo con su foto, nunca escondiendo su identidad detrás de un "anónimo". "Ese Carlos Aranda" es Carlos Aranda.
ResponderEliminarNo se enfade, hombre. Ya sabemos que usted era usted. Era una broma. Es que resulta simpático que critique a esos guías por decir barbaridades tras haber dicho usted semejante barbaridad. Carranza expresó a Franco su entusiasta adhesión cuando éste fue proclamado jefe del Estado. Fue franquista. Y sí, señor, ya sabemos que Carranza quería restaurar la monarquía. Pero no confundamos. La monarquía que él y los monárquicos querían entonces era la fascista o nazi, no la que tenemos ahora en España. En cuanto al anonimato, pues mire usted: se trata sencillamente de precaución. Tal y como están las cosas, teme uno que puedan alcanzar el poder los que defienden a Carranza o lo echan de menos o lo admiran. Y que entonces lo emulen a él y a los que dieron el golpe en el 36 y se líen a depurar, a encarcelar y a matar a los que no piensan como ellos y vuelvan a hacer una escabechina como la que hubo en Cádiz cuando Carranza era alcalde. Mejor no ponérselo fácil. Sea compasivo, hombre.
ResponderEliminarNo he escuchado más disparates en mi vida. Usted no tiene ni idea de lo wue dice
ResponderEliminarEn cualquier caso no discuto de esto ni de nada con "encapuchados"
En octubre del 36, Carranza, alcalde de Cádiz, le envió un telegrama a Franco. Decía así: "Tengo honor enviarle sincera felicitación al ser proclamado por la Junta Defensa Nacional Jefe Estado Español. Esta Gestora Municipal mi presidencia únese estos sentimientos significando VE testimonio entusiasta adhesión deseándole mayores éxitos empresa reconquista y regeneración España. Alcalde. Ramón de Carranza". Decir que Carranza no era franquista es, como poco, abonar la confusión. Y bien, era monárquico. Le copio aquí una frase de Ángel Viñas sobre cuál era el plan de los monárquicos si deponían a la República: "Restablecer la monarquía bajo la forma de una dictadura similar a la Italia fascista. Un rey, como Víctor Manuel III; un duce, Calvo Sotelo; un directorio militar y un partido fascista. Sanjurjo sería una especie de regente, que se retiraría al cabo de unos meses y la corona pasaría a Alfonso XIII o a su hijo Juan de Borbón". Sobre cómo había que reconquistar y regenerar un territorio eliminando (matando) a los adversarios, el propio Carranza nos lo dejó muy claro, por escrito, para que ninguno discutiésemos ese punto al cabo del tiempo (el texto es propio de un nazi; lo conocerá, ¿no?). Carranza no era de disparates, era de disparar. Y tenía una edad, pero era un golpista entusiasta como el que más. Menudo cabreo pilló cuando Queipo de Llano lo destituyó como gobernador civil con la excusa de que era mucha tarea compaginar ese cargo con el de alcalde. A punto estuvo de dimitir de alcalde. Más adelante también tuvo que envainársela cuando quiso acudir al frente de Madrid, a combatir en primera línea, al mando de un batallón de voluntarios desde Cádiz y Franco no se lo autorizó. Es muy interesante el personaje Carranza. Uy, encapuchado. Como Batman. Qué emocionante.
ResponderEliminar