En 1879 Constantino Paredes fundó una empresa de carruajes de alquiler que tuvo una larga y próspera trayectoria. No era la única existente en Cádiz cuando se fundó, existiendo algunas más antiguas, pero la compañía de Paredes terminó convirtiéndose en la más importante, tanto, que en 1901 y 1904, es sendas operaciones, Constantino Paredes compró las antiguas empresas de Joaquín Lahera y Cía (antes propiedad de Arana), y la de Enrique Cabello, respectivamente.
En 1905 la empresa pasó a manos de Diego Mateo, yerno de Paredes, que modernizó el servicio con “elegantes carruajes con bandas de goma”.
La empresa, que con motivo del Centenario de las Cortes y Constitución de Cádiz, tuvo que alquilar coches en Sevilla para atender los servicios que se le encomendaron, era proveedora de Instituciones y particulares de la ciudad y parte de la provincia, contando entre sus clientes con los Gobiernos Civil y Militar, Ayuntamiento, Diputación Provincial, Cabildo Catedral, Compañía Trasatlántica y en general de todos los Centros oficiales de la Capital y también de los pueblos importantes de la provincia.
Las cocheras estaban en el Paseo de las Delicias (av. Duque de Nájera) y plaza Fernando García de Arboleya (plaza Viudas), y su oficina central estaba en la plaza de la Constitución (San Antonio), con sucursales en las plazas de San Francisco, Castelar (Candelaria), Isabel ll (San Juan de Dios) y calle Duque de la Victoria (Nueva), “donde el público tiene a su disposición toda clase de carruajes, servicio de teléfonos, y el forastero toda clase de información”, según decía la publicidad de 1920, época de las fotos, que se hicieron delante del chalet del pintor Felipe Abarzuza
Años después, cuando la empresa se denominaba “hijos de don Diego Mateo”, fue traspasada a José Paredes Pastrana, hasta su disolución en 1941.
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