Foto de La Voz del Sur
Aunque a mediados de febrero el consejero Imbroda, en nombre de la Junta de Andalucía, anunciaba un decreto que -decía- iba a avanzar en el derecho a la libre elección de centros escolares de las familias, la realidad es otra, puesto que la Junta de Andalucía guillotina la libertad de elección de centros cuando cierra líneas en centros públicos.
Las medidas de la Junta de Andalucía anulando plazas de primaria y secundaria en colegios e institutos públicos, son un ataque directo a la libertad de elección de centros de las familias. No hay libertad cuando no se puede escoger. Si en un centro escolar se anulan 30 plazas, se está menoscabando el derecho de elección de centro, se está atacando a la libertad de las familias de decidir dónde quieren que se eduquen sus hijos.
El PP y Ciudadanos, que tanto han proclamado y reclamado el derecho a la libertad de las familias para decidir dónde y cómo educar a sus hijos, en el fondo y en la práctica, son contrarios a la libertad, por eso la guillotinan.
A los ciudadanos solo les queda un camino: si no pueden matricular a sus hijos en un centro debido al cierre de plazas, tienen que acudir a los tribunales a denunciar que la Junta incumple el artículo 27 de la Constitución de 1978, que establece el derecho de los padres para que sus hijos se eduquen según sus convicciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario está pendiente de moderación