Cuando terminaron las obras de pavimentado de la calle Veedor, para soluciones problemas de movilidad de peatones, igualaron la altura del paso de peatones de la esquina de la plaza de San Antonio con Veedor, pero con un acabado fallido, formando un escalón peligroso para coches y motos.
La longitud del escalón de salida es muy corta, en relación con la altura, como se puede comprobar comparando el bordillo señalado.
Cada día, decenas de coches rozan la parte baja del vehículo con los adoquines, mientras que más de un motorista se ha desequilibrado.
Incluso falta un adoquín, que seguramente algún vehículo arrastró.
El ayuntamiento debería acometer la reparación de este peligroso escalón.
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