Hace casi cincuenta años que, con menor -al principio- y mayor asiduidad -después- frecuento La Manzanilla. Y desde que era un jovencito, acompañando a mis mayores, hasta que he ido con mis nietos, siempre he sido recibido con la cordialidad exquisita de don Miguel, incluso, cuando jubilado, se sentaba en la esquina para observar, disfrutando, de cómo su hijo Pepe mantenía la tradición.
Corría el dia 13 de agosto de 1942 cuando don José
García Harana, acompañado de sus hijos Manuel y Miguel, entró en el Despacho de
Vinos de Barón, en la calle Feduchy de Cádiz, para hacerse cargo de la tienda
especializada en los caldos sanluqueños. Cinco años después, Miguel tuvo que sustituir a su padre al frente del despacho de vinos. Unos años
después, Miguel García Gómez compró el negocio de vinos a los herederos de
Barón, fundando, en 1955, la taberna La Manzanilla.
Desde siempre don Miguel cumplió con los cánones de la excelencia tabernaria, preocupado por mantener la calidad y
peculiaridad de los vinos que allí se ofrecen, vinos de Sanlúcar, principalmente manzanilla y
amontillado cuidados, mimados, en sus propios barriles, procurando un espacio cómodo y atractivo para todo tipo de reuniones, para todo
tipo de contertulios y parroquianos de la taberna.
Hoy, recién cumplidos los 91 años, se nos ha ido don Miguel, pero siempre nos quedarán los recuerdos de los buenos momentos que he pasado con don Miguel en La Manzanilla. Y me queda el consuelo de la herencia bien llevada por Pepe.
Don Miguel, ¡esta caña de manzanilla va por usted!
Un Caballero y un Señor!!
ResponderEliminar