DECLARACIÓN
DE RECHAZO, Y SOLICITUD DE PARALIZACIÓN DE LOS HISTORIADORES ANDALUCES, A LA
DESTRUCCIÓN DE DOCUMENTACIÓN JUDICIAL POR PARTE DE LA CONSEJERÍA DE JUSTICIA E
INTERIOR DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA
El pasado 3 de mayo de 2017, fue
publicada una nota en la página web de la Junta de Andalucía de la que se hacía
eco la prensa provincial, regional y nacional.
Se comunicaba que “cerca de un millón de expedientes judiciales antiguos
y sin valor” sería “destruido para liberar espacio en los archivos”. En concreto,
se especificaba que la Consejería de Justicia e Interior iba a “eliminar
966.460 expedientes judiciales carentes de valor contenidos en 20.077 cajas,
tal como acordó el pasado 26 de abril la Junta de Expurgo, órgano integrado por
el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y la Consejería de
Justicia e Interior, con el objetivo de liberar espacio en los archivos de los
juzgados y tribunales de la comunidad”. No era la primera vez pues, como se
apuntaba en la nota, con este serán ya “cerca de cinco millones los documentos
judiciales carentes de valor destruidos en Andalucía desde 2012, cuando se puso
en marcha este proyecto para eliminar expedientes de juicios de faltas y
diligencias previas de entre los años 1945 y 2000”.
Los historiadores y las
historiadoras abajo firmantes queremos manifestar nuestro malestar por esta
medida. No lo hacemos porque el procedimiento seguido no sea legal sino, al
contrario, porque advertimos a la sociedad en general y a la Administración en
particular que se está procediendo a la destrucción de una valiosa
documentación histórica que es parte de nuestro patrimonio histórico.
Desde hace ya décadas, los
investigadores recurrimos a la documentación judicial como vía de acercarnos al
pasado. Ella es clave para conocer cuestiones concernientes al comportamiento
de una parte de la sociedad, a diversas formas culturales y a aspectos
invaluables de la vida cotidiana. La documentación relativa a las diligencias
previas o a los juicios de faltas, objeto principal de la destrucción de la
Consejería de Justicia e Interior, se ha demostrado fundamental para estudiar
aspectos como las resistencias individuales, las condiciones de vida, la
pobreza o la moral de las sociedades. Y lo es más todavía si pertenece a un
periodo como el de la dictadura franquista, en la que las fuentes históricas
estuvieron sometidas a estrecho control y censura por parte del régimen; pero
también al periodo de la Transición española y los primeros años de la
democracia, máxime cuando un buen número de investigadores/as está comenzando a
recuperar lo sucedido en aquellos años desde una dimensión más sociocultural.
Por todo ello, los historiadores
y las historiadoras abajo firmantes expresamos nuestro rechazo por la medida
adoptada por la Junta de Expurgo de la Consejería de Justicia e Interior de la
Junta de Andalucía, manifestando además la necesidad de paralizar
inmediatamente la destrucción de esta documentación histórica. Somos
conscientes que, por motivos económicos, no es posible conservar todos los
documentos producidos por la Administración; pero también lo somos del valor
patrimonial de los fondos objetos de expurgo. El pasado no es algo que esté
escrito, sino que se elabora cada día desde el presente, atendiendo a las
preguntas que, en cada momento, se hace la sociedad de la que formamos parte y
a la que servimos. No nos será posible hacerlo si perdemos parte de las fuentes
históricas, especialmente las que tienen que ver con los más humildes, con las
clases sociales que en muchos casos están ausentes del relato histórico. Esa
construcción histórica permanente merece un tratamiento diferente que
compatibilice la falta de espacio con la necesidad de mantener viva, a través
de las fuentes, el patrimonio de la memoria de una sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario está pendiente de moderación