Discúlpenme, pero no lo entiendo

No cuestiono a José María González Santos, al alcalde de Cádiz, a mi alcalde, pues lo considero un hombre preparado y capacitado, pero creo que no termina de gestionar bien la laicidad que personal e ideológicamente defiende, con el compromiso del puesto institucional que ocupa. Me parece que se volvió a constatar con motivo del desfile mariano del pasado sábado.

Aunque el ayuntamiento colaboró, bastante, con la organización de las procesiones, el alcalde no quiso participar en el acto institucional -atención, uso el término institucional, no lo califico de religioso, aunque para muchos lo fuera. Sin embargo, hizo acto de presencia de forma bastante visible, situándose en un lugar, a menos de cien metros de la presidencia institucional del desfile mariano, sin disimular su presencia.

Cierto es que no tenía por qué ocultarse, pero ese no era su sitio. Si quería dejar claro que asistía a la procesión, debería haberlo hecho en la tribuna, presidiendo el acto como alcalde de Cádiz.

Ya he dicho en otra ocasión que este asunto se solventa de forma sencilla: llevando a pleno la revocación de antiguos acuerdos que comprometen al ayuntamiento en determinados actos confesionales. Si lo hiciera, que cuente con mi apoyo y fervoroso aplauso.

Las fotos, de Diario de Cádiz.