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jueves, 28 de julio de 2016

¡Que le cambien el nombre!

Foto de La Voz de Cádiz

Ya que, por fin, se van a acometer obras de restauración del Colegio Mayor universitario, para modernizarlo, deberían aprovechar para cambiarle el nombre, como se pidió a mediados de los noventa del pasado siglo en los Encuentros de la Ilustración al Romanticismo que organiza la UCA.

Como recordábamos en un artículo publicado en Diario de Cádiz en el año 2003, y reproducido posteriormente aquí, en dicho Encuentro se planteó que un centro universitario no debe llevar el nombre del Beato Diego José de Cádiz, puesto que fray Diego, pese a tantos títulos como se le adjudican y a su supuesto “bagaje cultural”, se posicionó repetidas veces contra la cultura -predicó que no servían para nada las ideas, no solo de Rousseau y Volteire, tampoco las de Horacio, Virgilio, Pitágoras, Sócrates, Platón, Tácito, Plutarco o los códigos de Justiniano, entre otros-, y el avance científico que representa la universidad, dedicándole, con especial saña, una campaña de desprestigio a la universidad de Zaragoza, entre otras instituciones académicas y universitarias.

Uno de sus mejores biógrafos -que no hagiógrafo- Javier Herrero, destacó su “odio inextinguible” a las doctrinas ilustradas y sus ataques a la labor científica y pedagógica de las Sociedades de Amigos del País, y afirma que estaba “desprovisto de toda cultura histórica y filosófica” y “divulgaba irresponsablemente disparates sobre la filosofía y la ciencia de su época”.

Por todo ello, y por otras razones que la brevedad aconseja dejar para otro momento, consideramos que la Universidad de Cádiz debe cambiarle el nombre al Colegio Mayor tras la restauración que se proyecta. Y ello no debe, ni puede, molestar a sus devotos que pueden continuar rogándole, poniéndole flores, sacándolo en procesión y pedir su canonización: están en su derecho.

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