Creo que fue en mayo del año pasado cuando se presentó la idea: convertir unas cuantas garitas y escaragüitas en capillas, hacer de las murallas de Cádiz, desde las de San Carlos, hasta el mareógrafo que está en el camino al castillo de San Sebastián, una ruta mariana. Y me quedé tranquilo cuando, pasados unos días, no se volvió a hablar del asunto, al menos en público. Pero ayer, en Diario de Cádiz, volvió a aparecer el proyecto, denominado ahora "ruta devocional iberoamericana".
Respeto todas las opiniones y todas las devociones, pero me parece que no es una buena idea, creo que ese proyecto no debe prosperar, que no se debe realizar, por dos sencillas razones.
En primer lugar, considero que no se debe imponer esa devoción mariana a toda una ciudad. Si alguien, o muchos, consideran que deben rezar a una virgen o a muchas representaciones de la misma virgen, que lo hagan en privado, en su círculo, en su iglesia, pero que no traten de convertir la ciudad, o una parte de la ciudad, en su capilla, en su devocionario particular, sin considerar, sin respetar, otras creencias.
Y en segundo lugar, el proyecto me parece inadecuado ya que alteraría la idea, la esencia de las murallas, cambiaría la identidad de las garitas y las escaragüitas, puestos de guardia para la defensa de la ciudad. Las murallas, con sus garitas y escaragüitas, recuerdan la historia de Cádiz, el esplendor pasado del comercio de ultramar, forman parte del patrimonio gaditano, y deben mantenerse en su esencia, sin alterar su imagen y su función. Convertirlas en capillas, para satisfacer las creencias, la devoción, de unos cuantos, es adulterar la historia de Cádiz, la historia de todos los gaditanos, creyentes, o no.
El espacio público debería ser, en un estado no confesional como es este, un espacio civil. Convertir el espacio urbano en un lugar de culto me recuerda a las medidas tomadas para "cristianizar" al país durante cierta dictadura.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo profesor
ResponderEliminarUn respeto y dejen la historia, las garitas y la estética urbanística cómo están, leche !
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