El puente es nuestro, es peperiano. Es lo que piensan, y lo demuestran de palabra y obra, en el PP.
No es que lo piense y lo exprese Teófila Martínez, que, al fin y al cabo, siempre ha estado pendiente de lo que consideraba su puenteo, por lo que no tiene problemas para decir que el de hoy es "un día muy importante para los miembros de mi partido y para mí especialmente", y que el puente se ha hecho "gracias al esfuerzo de un partido político", aunque añada luego "y de los ciudadanos gaditanos", que, evidentemente, quedan en un segundo plano.
Como van a quedar en un segundo plano, junto a los ciudadanos de Puerto Real, en la inauguración, que el gobierno peperiano ha organizado, a toda prisa y casi sin avisar, como un acto político, propagandístico, electoralista, en el que lo único que importa es la foto de Rajoy y sus correligionarios, obviando a las autoridades municipales de las dos ciudades que, durante ocho largos años, han padecido las incomodidades de las obras; obras a las que, también, han contribuido con sus impuestos. Como escribe Melchor Mateo, los ciudadanos de Cádiz y Puerto Real no se merecían esto.
Como todos los puentes, éste será de quien lo recorra. De momento, tras los trabajos en las legislaturas de PSOE y PP, es de todos los españoles. Y europeos, porque estos proyectos casi siempre reciben fondos de la UE.
ResponderEliminarPor cierto, que al haber leído en Diario de Cádiz de hoy que la inauguración del Puente Carranza en 1969 se hizo con "cuando miles de personas de una y otra orilla acompañaron a las autoridades para poder estrecharse las manos y fundirse en abrazos cómplices", me llama aún más la atención que se aleguen motivos de seguridad para impedir lo que ya prometió la anterior corporación municipal. Y excepto que estén pensando que alguien vaya a caer al mar, podemos suponer que el puente acusaría las fuerzas ejercidas por el tráfico rodado mucho más que la carga de unos miles de peatones.
ResponderEliminarTambién me parece un ninguneo por todas las partes, la falta de mención de quien ha hecho la obra. Se debería tener un detalle simbólico invitando a todos los que han trabajado levantando el puente, desde la cimentación hasta la pintura del pavimento y las instalaciones eléctricas.
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