Foto Portal de Cádiz
Una de las virtudes que deberían tener los que dejan un cargo es la de ser medianamente prudentes. Por eso se estableció aquello de los cien días de cortesía cuando se produce un cambio político, cuando un gobierno sustituye a otro. Pero ya se ha demostrado que con los nuevos ayuntamientos, los gobernados por los partidos y coaliciones electorales surgidos en los últimos meses, los que gobernaban antes, los que militan en los partidos que han regido la política española en las tres últimas décadas, no solo han perdido el poder, han perdido las formas, la cortesía y la prudencia.
El último ejemplo, con la ayuda inestimable del redactor de la nota de prensa -me resisto a llamarlo noticia-, es el de Alejandro Varela que, ni corto, ni perezoso, da toda una lección de alta política cuando afirma que el nuevo gobierno municipal no ha hecho nada en cultura, que se lo han encontrado todo programado, todo hecho.
Y no le falta razón, se lo han encontrado todo hecho, por ejemplo el teofilato ha dejado una deuda astronómica, en la que ninguna responsabilidad tiene el nuevo gobierno municipal, como tampoco tienen culpa de que no esté terminado el presupuesto del año 2015, que también dejó empantanado el equipo del PP.
Puede que el nuevo gobierno municipal haya hecho poco de momento, pero tarea pendiente, muchas cosas por arreglar, les han dejado los peperianos.
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