Periódico La Jornada
Martes 7 de julio de 2015, p. 3
En entrevista con el diario alemán Die Zeit, el director de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS, por sus siglas en francés) sostuvo que quienes apoyan la postura de Alemania y Francia hacia Grecia muestran una “ignorancia chocante de la historia europea.
Lo que Alemania está haciendo hoy, insistiendo en que los estados sigan en la penuria bajo los mecanismos que el propio Berlín está ignorando, socava la democracia europea... Alemania es realmente el mejor ejemplo de un país que nunca ha pagado su deuda externa. Ni después de la Primera Guerra Mundial ni después de la Segunda. No está en condiciones de dar lecciones a otros países, dijo Piketty, según refirió este lunes RT en su portal.
El autor de El capital en el siglo XXI destacó que el Acuerdo de Londres de 1953 anuló más de 60 por ciento de la deuda externa de Berlín tras las dos guerras y restructuró su débito. Más aún, subrayó Piketty, la deuda alemana llegó a más de 200 por ciento de su producto interno bruto, y una década después lo que debía la República Federal de Alemania era de menos de 20 por ciento.
Nunca hubiéramos logrado esa reducción increíblemente rápida de la deuda con la disciplina fiscal que hoy recomendamos a Grecia, expuso.
Piketty indicó que hay dos mecanismos para pagar las deudas y no sólo uno, como se ha pretendido hacer creer a los griegos. El primero lo aplicó el imperio británico en el siglo XIX, después de las costosas guerras con Napoleón. Entonces el Reino Unido impuso un drástica disciplina presupuestaria, y a lo largo de más de un siglo dedicó entre 2 y 3 por ciento de su economía para pagar sus deudas, más de lo que destinaba al sistema de educación. Fue una estrategia que funcionó, pero a muy largo plazo, que es lo que se quiere imponer ahora a Grecia, explicó.
El segundo método, dijo, es más rápido y fue probado por Alemania el siglo pasado. El llamado milagro ecónomico alemán tuvo tres pilares: la inflación, un impuesto especial a fortunas personales, y el mismo tipo de alivio de deuda que ahora se le niega a Grecia.
Europa fue fundada basándose en el perdón de la deuda y la inversión en el futuro. No en la idea de la penitencia sin fin, resaltó, y al referirse a la posibilidad de la salida de Atenas de la zona europea, señaló: “si empezamos a expulsar estados, la crisis de confianza en la zona no sólo se agravará. Los mercados financieros se dirigirán hacia otro país. Esto daría inicio a una agonía eterna.
Los griegos han cometido errores. Hasta 2009 el gobierno de Atenas maquilló sus balances. A pesar de esto, los griegos más jóvenes no tienen por qué cargar con los errores de sus mayores, así como los alemanes más jóvenes no tienen que pagar lo que hicieron sus antepasados en los años 50 y 60, afirmó, y concluyó: No podemos exigir que las nuevas generaciones paguen durante décadas por errores de sus padres, reportó el portal chileno El mostrador.
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